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Shaquille O’Neal es uno de los grandes nombres del mundo del baloncesto. Con un palmarés que incluye cuatro campeonatos de la NBA, ocho apariciones en el mejor quinteto de la liga estadounidense, varios MVPS, y dos oros olímpicos, el exjugador de baloncesto puede presumir de haber sido el pívot más dominante de la NBA durante 19 temporadas y de haberse convertido en una auténtica leyenda de este deporte.
El pasado seis de marzo, Shaquille O’Neal cumplió 50 años, y en Uppers queremos hacer un repaso a su interesante y variada trayectoria profesional. Y es que además de ser una estrella del baloncesto, O’Neal también ha hecho sus pinitos en el mundo de la interpretación y de la música, donde se ha abierto paso entre algunos de los festivales más destacados de Estados Unidos bajo el pseudónimo Dj Diesel.
Shaquille O’Neal, cuyo nombre completo es Shaquille Rashaun O’Neal, nació el 6 de marzo de 1972 en Newark, New Jersey (Estados Unidos), aunque pasó la mayor parte de su juventud entre Alemania y Texas por el trabajo de su padre, que era militar.
Durante su infancia y adolescencia, la futura leyenda de la NBA ya apuntaba maneras: con una estatura que a los 13 años ya alcanzaba los 1,98 metros, O’Neal formó parte de los equipos de basket de las escuelas en las que estudió, el Linton Middle School de Pensilvania y el Robert G. Cole Middle and High School de San Antonio, y llegó a hacerse con un título estatal en su último año de bachiller.
Al entrar en la Universidad Estatal de Luisiana, donde estudió económicas, O’Neal decidió unirse a los LSU Tigers. En los tres años que formó parte del equipo, el exbaloncestista logró ganar dos veces el premio de la SEC al mejor jugador del año y fue nombrado dos veces All-American Star, pero el gran cambio llegaría en 1992, cuando se inscribió en el Draft de la NBA y fue reclutado por el Orlando Magic en la primera selección global.
En su etapa como novato en el Orlando Magic, O’Neal demostró que había nacido para el baloncesto: con unas estadísticas que incluyen 23.4 puntos, 13.9 rebotes y 3.5 tiros bloqueados, el pívot logró hacerse con el premio al novato del año y fue votado como titular del All-Star Game de la liga, un reconocimiento que no había alcanzado ningún ‘rookie’ desde 1985, año en el que el entonces debutante Michael Jordan consiguió el puesto. Además, en su tercer año con el equipo O’Neal pudo llevar a los Magic a las NBA Finals y quedó segundo en las votaciones a MVP (most valuable player) de la temporada regular.
En 1996, O’Neal formó parte del equipo de baloncesto que ganaría el oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Ese mismo año, y tras finalizar su contrato con los Magic, anunció que comenzaría a jugar en Los Angeles Lakers, el equipo en el que se forjaría su leyenda.
En su etapa en Los Angeles Lakers, O’Neal lograría hacerse con tres campeonatos de la NBA, aunque los comienzos en este nuevo equipo no fueron fáciles por sus problemas para congeniar con el icónico Kobe Bryant. Además, en estos primeros años la Conferencia Oeste estuvo dominada por los San Antonio Spurs, con el gran defensa David Robinson, por lo que el pívot tuvo problemas para destacar.
Afortunadamente, las cosas cambiaron en la temporada 1999-2000, cuando Phil Larson ocupó el puesto de entrenador de los Lakers. En esta primera temporada, O’Neal consiguió su primer campeonato de la NBA y su primer NBA Finals MVP, y fue votado como MVP de la fase regular de la liga de manera prácticamente unánime. A este primer premio, le siguieron dos campeonatos más, el de 2001 y 2002, año en el que O’Neal también logró el premio MVP durante las finales.
A pesar de los éxitos deportivos, la relación de O’Neal y Bryant se había ido enfriando con los años. A raíz de esto, el pívot fue intercambiado en 2004 a los Miami Heat, equipo con el que lograría su cuarto campeonato de la NBA en su segundo año.
Tras pasar tres años y medio en las filas de los Heat, O’Neal fue traspasado a los Phoenix Suns en la temporada de 2006-2007. Tras esto, fichó por los Cleveland Cavaliers en la temporada de 2009-2010, donde no consiguió hacerse con el campeonato, y por los Celtic, donde acabaría retirándose tras diecinueve años de carrera.
Además de sus éxitos en la cancha, Shaquille O’Neal también ha podido desarrollar una curiosa vida profesional en el mundo de la música y la interpretación. Como actor, el pívot desarrolló una discreta carrera en la década de los 90 que comenzó con su interpretación como Neon Bordeaux en la película ‘Ganar de Cualquier Manera’ (1994). Con su llegada a los Ángeles, el deportista también se hizo con el papel protagonista en la película ‘Kazaam’ (1996) y en la película Steel (1997), donde interpretó al personaje de DC Cómics.
Su carrera musical, por su parte, fue más significativa, y aún hoy se le puede ver haciendo pinitos en el sector. Al igual que la interpretativa, empezó en la década de los 90, con el lanzamiento en 1993 de su álbum debut, Shaq Diesel, que logró la certificación de platino por la RIAA a pesar de las críticas que recibió por sus habilidades como rapero.
A este primer disco le siguieron otros cuatro y un álbum recopilatorio, aunque el pívot abandonó el mundo del rap en 2001. Tras esto, sin embargo, decidió probar suerte como DJ en 2015, bajo el pseudónimo de DJ Diésel, una faceta con la que ha conseguido un notorio éxito que le ha llevado a girar por Estados Unidos y a participar en algunos de los festivales de música más relevantes del sector, como Tomorrowland. ¿Qué te parece?