¿Cómo afecta fumar al pronóstico de cáncer de próstata en hombres?

  • Es fundamental hacerse revisiones periódicas, especialmente a partir de los 50 años si no tienes antecedentes familiares con este tipo de cáncer

  • Está demostrado que los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer

  • En Uppers te contamos qué relación tiene fumar con el diagnóstico del cáncer de próstata

Los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata y de morir a causa de la enfermedad, según un amplio estudio poblacional dirigido por la Universidad de Lund (Suecia). En su trabajo, publicado en la revista científica ‘European Urology.’, los investigadores siguieron a más de 350.000 personas durante varias décadas para obtener estos resultados.

Está demostrado que los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer, pero ha habido relativamente pocos estudios que hayan investigado específicamente el cáncer de próstata y que hayan incluido información clínica sobre el mismo. Por lo tanto, este estudio puede contribuir a obtener una imagen más completa de la asociación entre el tabaquismo y el riesgo de enfermedad y muerte por cáncer de próstata.

Por otro lado, "los fumadores tienen un mayor riesgo de morir de cáncer de próstata, algo que observamos independientemente del estadio del tumor en el momento del diagnóstico, por lo que esto se refiere a todas las formas de cáncer de próstata, desde el de bajo riesgo hasta el metastásico”, afirma Sylvia Jochems, doctora y primera autora del estudio.

El riesgo era un 20 por ciento mayor entre los fumadores que entre los hombres que nunca habían fumado. El riesgo aumentaba aún más si los fumadores tenían también sobrepeso (IMC 25-30) u obesidad (IMC superior a 30). Los investigadores afirman que ahora es importante identificar la razón por la que los fumadores tienen un peor pronóstico una vez que han desarrollado el cáncer de próstata.

Los investigadores utilizaron cinco estudios poblacionales suecos con información autodeclarada sobre el hábito de fumar de los hombres. En total, se incluyeron en el estudio más de 350.000 hombres a partir de 1974. A continuación, se les hizo un seguimiento a lo largo de los años mediante varios registros nacionales.

Dejar de fumar: sus beneficios según la ciencia

El consumo de tabaco ha estado en la mira de las distintas entidades de salud a lo largo de los años. Las estrategias que se han llevado a cabo con el propósito de disminuir su consumo incluyen el etiquetado de las cajetillas con los riesgos que implica para la salud o sobre el impacto ambiental que provoca. Además del aumento en los precios de los productos que contienen nicotina, entre otras.

Dejar de fumar no es fácil, pero te puede servir de motivación saber que desde el momento en el que tomas la decisión, tu salud empieza a mejorar y los riesgos asociados al tabaquismo tienden a reducirse a medida que pasa el tiempo:

  • En la mayoría de los casos, a los 20 minutos se produce una normalización de la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
  • A las 8 horas se tiende a mejorar la oxigenación pulmonar debido a la no ingestión de las partículas tóxicas que se inhalan en el humo del tabaco.
  • A las 48 horas se produce una normalización de los sentidos del gusto y el olfato. Pasados dos días después de dejar de fumar, se puede empezar a volver a disfrutar de los sabores y los olores que se pierden durante la etapa de fumador.  
  • A las 72 horas se tiende a una normalización de la función respiratoria.  
  • A los 6 meses se reducen en mayor medida los catarros, resfriados y bronquitis. Más allá de producir cáncer en las vías respiratorias, las sustancias contenidas en el humo del tabaco pueden causar una sintomatología característica, así como una mayor predisposición a sufrir procesos infecciosos e inflamatorios: faringitis, sinusitis, resfriados, etc. Pasado medio año, las defensas, y en general la salud, se han estabilizado y el riesgo a sufrir este tipo de enfermedades se reduce considerablemente.  
  • Al año de dejar de fumar, se puede llegar a reducir hasta la mitad del riesgo de infartos. Las principales patologías cardiovasculares producidas por el tabaco son la angina de pecho, el infarto de miocardio, la muerte súbita e el ictus.  
  • A los 4 años el riesgo de padecer enfermedades del corazón tiende a igualarse a las personas que no fuman.  
  • A los 10 años el riesgo de padecer cáncer de pulmón puede llegar a asemejarse a las personas que no fuman. El tabaco participa como agente causal en el cáncer de pulmón, cavidad oral, faringe, laringe y otros. Por ello, pasados 10 años y en función de factores como la fecha de inicio en el hábito de fumar, número de cigarrillos diarios, duración del hábito, estado físico, etc. nuestro organismo es capaz de recuperar índices de riesgo similares a los de las personas no fumadoras. De ahí que el hecho de no fumar se considere en la actualidad como la mejor medida preventiva frente al cáncer.