Golpes de calor en mayores de 50: cómo detectarlos y cómo actuar rápido

  • La ola de calor se ha cobrado varias víctimas: cómo detectar el alza de la temperatura corporal y qué hacer se ha convertido en prioritario

  • Cuando la temperatura corporal supera los 42 grados, el cuerpo da señales antes de perder la consciencia

  • Lo fundamental es no exponerse a las horas de mayor temperatura e hidratarnos con agua, incluso aunque no tengamos sed

La ola de calor se ha cobrado varias víctimas. La última, José Antonio González Paredes, de 62 años, el menor de cinco hermanos. José Antonio emigró con su familia de Extremadura a Madrid para trabajar. Empezó a hacerlo en Aluche, un barrio al sur de Madrid, en la frutería Los Toledanos, donde llegó a ser el dueño. Pero llegó la crisis y el negocio no fue bien, así que José Antonio cerró la tienda y aceptó una oferta para trabajar en una cadena de supermercados. Tras varios años en el sector, enlazando contratos en distintas empresas, José Antonio fue despedido de manera improcedente. Pasaron años difíciles hasta que llegó el empleo de barrendero para Urbaser, una de las subcontratas encargadas de la limpieza de las calles de Madrid.

Después de un año con turnos de fin de semana, José Antonio regresó el pasado 1 de julio, con un contrato de un mes para barrer por las mañanas. No dudó en echar horas durante la semana del Orgullo o de cambiar turnos en un verano asfixiante, en el que ya lo estaba pasando mal, tal y como le decía su familia. La muerte de José Antonio se produjo a consecuencia de un golpe de calor, un incidente más frecuente entre las personas mayores.

¿Por qué es peor entre los mayores?

Las personas mayores de 50 años son las que más cuidado deben tener en verano, ya que son las más vulnerables frente a las altas temperaturas. Debido al envejecimiento, la sensación de frío y calor disminuye, lo que hace que tengan que tener más cuidado en verano. Si hay patologías pre-existentes, la vulnerabilidad de los mayores puede ser peor.

Al no tener sensación de calor, se protegen menos. Al tiempo, disminuye la percepción de sed. Por lo que sufren más riesgo a la deshidratación. Por otra parte, la ingesta de medicamentos contra las enfermedades o las patologías pueden afectar a la capacidad del cuerpo de controlar la temperatura.

Además, hay otro factor muy importante que hace que el golpe de calor afecte más a los mayores. Los síntomas se pueden confundir con problemas asociados a la edad, o con síntomas de otras enfermedades. Esto hace que no se detecten de manera rápida o que no se tengan en cuenta hasta que traen consecuencias graves.

¿Qué es un golpe de calor entre las personas mayores?

Un golpe de calor sucede cuando la temperatura del cuerpo supera los 41 grados, produciendo una hipertermia. En este momento, la persona experimenta un aumento de la temperatura corporal por encima de lo aconsejable. Esto hace que al cuerpo no le dé tiempo a adaptarse, sufriendo el llamado golpe de calor. 

El golpe de calor puede producirse por diferentes situaciones: 

  • Exposición excesiva al calor. 
  • Realizar actividades físicas al aire libre.
  • Llevar ropa demasiado apretada o abrigada.

Síntomas del golpe de calor en personas mayores

Es imprescindible conocer cuáles son los síntomas de un golpe de calor para poder actuar rápido. En las personas mayores, estos síntomas son:

  • Piel seca y enrojecida.
  • Dolor de cabeza.
  • Sensación de sed y boca seca. 
  • Mareos, vómitos y naúseas. 
  • Desorientación, pérdida de conciencia y confusión. 
  • Calambres musculares.
  • Dificultades para hablar.

Cómo actuar

En caso de que la persona mayor esté sufriendo un golpe de calor, se debe actuar de manera rápida. Si no se reacciona inmediatamente, se pueden producir heridas en la piel, en el sistema digestivo, paralizar algunas partes del cuerpo, incluso producir la muerte. Por eso, es muy importante ayudar a nuestros mayores a protegerse del calor. 

Si la persona mayor ya ha entrado en una situación crítica lo que debemos hacer es: 

  • Llamar a emergencias al 112.
  • Si es posible, hay que colocar a la persona mayor tumbada y levantarle las piernas. 
  • Intentar que el mayor beba líquidos, como agua o bebidas isotónicas, para que pueda rehidratarse. 
  • Bajar la temperatura corporal del afectado aplicando paños húmedos por el cuerpo, especialmente en las zonas donde suele haber mayor temperatura: frente, nuca y muñecas.

Cómo prevenirlo

Cuando suben las temperaturas, hay que poner en marcha todo un protocolo 'anti golpes de calor'. Lo más importante de este protocolo es tomar muchos líquidos, incluso aunque no se sienta sed. Hay que evitar igualmente la exposición al sol, no realizar ejercicio físico, especialmente entre las 12.00h y las 16.00h y ventilar la casa en las horas más frescas, al principio y al final del día.

Además, hay que llevar ropa adecuada, mejor holgada y de colores claros, y usar sombreros y gorras para evitar altas temperaturas en la cabeza. Además, hay que evitar los lugares donde puede acumularse el calor, por ejemplo, dentro de los coches.

Por último, la dieta es muy importante, ya que contribuye a la hidratación corporal. Todos, pero especialmente los mayores, deben ingerir alimentos de fácil digestión, y aumentar el consumo de alimentos ricos en agua y líquidos, priorizando las frutas y verduras en preparaciones de ensaladas o escabeches. Pero lo más importante es beber agua, incluso sin que tengamos sed.