Una farmacéutica, sobre lo que no te cuentan: "Con los adelgazantes pierdes peso porque no comes, no por milagrosos"

  • Esther Samper, autora del libro ‘El lado oculto de la farmacia’, nos arroja luz sobre por qué sí o por qué no deberíamos tomarlos

  • Los productos susutitutivos o quema grasa solo sirven cuando se ha adelgazado ya

  • "Suelen tener una baja calidad nutricional y su consumo sin control puede tener riesgos para la salud"

Hay a quienes la operación bikini se les echa encima. Los que no se han estado cuidando durante el año y, a dos semanas de las vacaciones, intentan solventar meses de malos hábitos. Quizá a todos nos haya pasado alguna vez en la vida. En estos casos se recurre a lo que sea, y los productos adelgazantes, como los sustitutivos o las cápsulas quemagrasa, suelen ser una opción fácil y rápida. Los nutricionistas repiten una y otra vez que la dietas milagro no son recomendables, pero estos productos que se compran en farmacias, es decir, en establecimientos sanitarios, tienden a mirarse con mejores ojos. Hablamos con Esther Samper, autora del libro ‘El lado oculto de la farmacia’ para que nos arroje luz sobre por qué sí o por qué no deberíamos tomarlos y los posibles efectos que pueden tener en nuestra salud. 

¿Son los sustitutivos una buena opción para perder peso?

Los productos sustitutivos de comidas, entre los cuales podemos encontrar aquellos de biManán y otras marcas conocidas, podrían ayudar a adelgazar o a mantener el peso después de haber adelgazado. Ahora bien, hay que entender que no es porque cuenten con sustancias que nos lleven a “quemar grasas”, sino porque consumir estos productos en lugar de una o dos comidas al día supone una restricción del aporte calórico. 

Si una persona está pensando en probar estos sustitutivos para un plan de adelgazamiento es recomendable que consulte antes a un nutricionista. ¿Por qué? Porque suelen tener una baja calidad nutricional y su consumo sin control puede tener riesgos para la salud. Lo ideal sería perder peso teniendo una dieta saludable, rica y variada en nutrientes, acompañada de ejercicio físico frecuente.

¿Se trata de productos regulados?

Sí, por un lado, tienen una regulación como productos alimentarios y, por otro, su publicidad está bajo el reglamento de declaraciones autorizadas de propiedades saludables de alimentos. No pueden publicitar cualquier cosa. Los complementos dietéticos no pueden atribuirse propiedades para prevenir, tratar o curar enfermedades. 

Tampoco pueden sugerir propiedades específicas adelgazantes o contra la obesidad. Como máximo, unos pocos productos, muy concretos, pueden afirmar (con autorización de la ley) que ayudan a adelgazar o a mantener el peso bajo condiciones específicas (dieta baja en calorías).

En las secciones de complementos dietéticos hay multitud de productos con publicidad engañosa

Si están regulados ¿por qué utilizas en el libro el término 'timolento'?

Me refiero a aquellos productos que no han demostrado en ningún momento su eficacia en personas para adelgazar, pero que, en su publicidad, tienen términos engañosos e ilegales como “quemagrasas”, “adelgazante” o “pérdida de peso”. Los llamo “timolentos” porque son complementos que son básicamente un timo, porque se venden a través del engaño y la picaresca, aprovechándose de la pasividad de las autoridades de consumo.

Pero sigue funcionando el boca a boca con estos productos milagrosos…

Sin duda, sobre todo si la boca es de alguien que sea famoso/a y referente en belleza o salud. Muchas modas en el consumo de productos milagrosos surgen a partir de estos referentes. Sin embargo, a menudo hay también detrás una importante campaña de marketing bien regada con dinero. Al final, esto es un negocio, que los productos funcionen o no es lo de menos para las empresas que hay detrás.

Entonces, ¿no todo lo que se vende en farmacias es efectivo?

Ojalá, pero no. En las secciones de complementos dietéticos hay multitud de productos con publicidad engañosa. Estos productos no han demostrado su eficacia para las indicaciones para las que se venden con más o menos engaños como reforzar las defensas, evitar la caída del pelo, mejorar las articulaciones, adelgazar… 

También encontramos otros productos sin eficacia: algunos medicamentos, pulseras antimosquitos, plantas medicinales, geles hidroalcohólicos higienizantes… Y bueno, la sección de medicamentos homeopáticos es ya el summum del embuste, directamente la mayor vergüenza de las farmacias.