¿Cada cuánto tiempo hay que cambiar los estropajos de cocina?

Podemos ser muy limpios en casa, cocinando y desinfectando, pero si al estropajo le cogemos cariño y nos cuesta sustituirlo por uno nuevo, poco vamos a conseguir si no prestamos atención a cuándo hay que cambiar el estropajo. En Uppers hemos recogido las recomendaciones de diversos expertos en microbiología para saber cada cuánto tiempo hay que cambiar los estropajos de cocina.

A medida que el estropajo se moja, se llena de jabón y elimina los restos de los alimentos de los platos, cacerolas, cuchillos y sartenes… se van quedando a vivir entre sus fibras cientos de bacterias que después colonizan y contaminan de nuevo superficies y utensilios y van directas al organismo de toda la familia.

Microorganismos resistentes a todo

Según los expertos, ni el agua caliente, ni el detergente, ni la lejía, ni hervir, ni meter en el microondas, ni secarlos al sol, ni el vinagre, ni el limón, ni la sal, ni el bicarbonato, entre las muchas propuestas, acaba con la vida de todos esos microorganismos que se han alojado en el estropajo. Es cierto que algunos mueren, pero muchos otros quedan en el interior y vuelven a reproducirse en cuanto las fibras entran en contacto con el agua. Ciertos microorganismos incluso se reproducen cuando entran en contacto con el calor del agua hirviendo, por ejemplo, que solo mata los más débiles.

La revista Scientific Reports se hizo eco de las conclusiones de un estudio realizado en Alemania que aseguraba que la mayoría de los métodos domésticos empleados para ‘desinfectar’ los estropajos de cocina no servían. Según el análisis que se realizó, rara vez se eliminan todas las bacterias o los patógenos dañinos que se van acumulando con el uso continuado y diario. El estudio demostró que los estropajos habían sido colonizados por 118 géneros bacterianos diferentes. También cabe resaltar que los expertos afirman que algunos de los microorganismos más frecuentes que se encontraron en estos estropajos no suponen un gran peligro.

La constante manipulación de alimentos que se produce en la cocina, la humedad y los mismos microbios de aquella persona que utiliza el estropajo son el mejor caldo de cultivo. Además, son artículos de naturaleza porosa precisamente fabricados para absorber grandes cantidades de agua y todo tipo de “nutrientes”. Con el paso de los días, el estropajo comienza a ser colonizado desde la superficie hacia el interior a partir de la propia piel y los restos de alimentos. De este modo la población microscópica aumenta de manera progresiva.

Bacterias que pueden vivir en un estropajo

Los microbiólogos afirman que en un estropajo cualquiera se podrían llegar a encontrar fácilmente bacterias como la Campylobacter, la Enterococcus cloecae, la Escherichia coli, la Klebsiella, la Proteus, la Salmonella o la Staphylococcus. Y así ha sido cuando en un laboratorio se han analizado con un microscopio las fibras de uno de estos útiles de cocina. Además, estos “microorganismos son capaces de sobrevivir dentro del estropajo a lo largo del tiempo”.  

Con todo esto dan ganas de cambiar el estropajo a diario. No obstante, los expertos puntualizan que lo aconsejable es renovarlo según la frecuencia de uso: cada siete días o menos en cocinas con mucho movimiento y cada quince días si a diario se come fuera de casa y solo se usa los fines de semana.