Qué no deberías comer nunca antes de echarte la siesta: ni diuréticos ni café previo

  • Con ciertas recetas como un cocido con morcilla, chorizo y demás condimentos es difícil conciliar el sueño por la trabajera a la que se expone el organismo para digerirlo

  • Dormir la siesta se consigue con ciertos alimentos al igual que es reparadora cuando dura poco tiempo

  • ¿Cuál es la mejor postura para tu estómago al dormir la siesta?

La siesta es maravillosa. Muchos anhelamos el fin de semana para escondernos media horita después de comer y dejarnos llevar por ese pequeño sueño reparador que nos devuelve la energía necesaria hasta la noche. El problema es que a veces ciertos alimentos impiden que nuestro organismo se predisponga a dormir, aunque sean diez minutos. En Uppers una nutricionista nos ha aconsejado qué no deberías comer nunca antes de echarte la siesta.

El “truco” para irse a dormir la siesta y conseguir dormirse según los expertos en sueño es evitar la estimulación que provocan las pantallas y los espacios con ruido. Lo ideal es un entorno fresco, agradable y tranquilo. La duración de la siesta es importante, ya que no se deben sobrepasar los treinta minutos aproximadamente para no interferir en los ritmos circadianos que marcan el tiempo de descanso y vigilia en los ciclos de 24 horas.

Otros especialistas apuntan que 10 minutos son suficientes para mejorar la capacidad mental que permite poder resolver los problemas complejos que surjan el resto de la tarde. En lo que están de acuerdo los profesionales sanitarios es que la siesta nunca debe alargarse, ni mucho menos a una o dos horas. La experiencia de cualquiera corrobora que pasarse sienta fatal; cuesta volver a ponerse en marcha, se levanta uno irritado y de mal humor e incluso con un cansancio mayor. Lo más probable es que al llegar la noche no haya forma de conciliar el sueño. Además, varios estudios coinciden en que “las siestas con una duración excesiva pueden incrementar el riesgo de padecer enfermedades como el Alzheimer”.

El menú anterior a la siesta es otro punto que la condiciona ya que hay ciertos alimentos y bebidas estimulantes que no permiten que el organismo se relaje y se predisponga a conciliar ese pequeño sueño. Estos son los alimentos y bebidas que nunca deberían tomarse antes de la siesta:

1.Cafeína

Tanto la cafeína como la teína son excitantes porque suprimen las ganas de dormir y generan un aumento de la actividad cerebral. Un café después de la comida puede ayudar a estar más despierto así que impide esa relajación necesaria para dormir la siesta. Es mucho mejor tomar ese café al levantarse de la siesta, sobre todo si se alarga más de lo debido; en cantidades moderadas (unas tres tazas diarias) ayuda a espabilarse porque aumenta el estado de alerta, la vigilia y la sensación de energía. Igualmente, el café mejora el rendimiento cognitivo, la capacidad de atención y de concentración, así como el tiempo de reacción. Pero siempre en una cantidad coherente.

2.Alimentos diuréticos

Cualquier alimento con propiedades diuréticas generan la necesidad de ir al baño con más frecuencia que otros. Frutas como el melón, la sandía, la piña o el limón y hortalizas como la remolacha, el pepino o los espárragos impiden la relajación que requiere dormirse porque obligan a levantarse. La gran cantidad de agua que contienen dilatan los vasos renales favoreciendo la eliminación de líquidos y de las sustancias que rechaza el organismo. 

3.Alcohol

Después de consumir alcohol a veces llega la somnolencia que conduce a echarse la siesta. Sin embargo, sus efectos nocivos para el organismo provocan un mal despertar y poco enérgico. Esto se debe a que el alcohol es un supresor de la fase REM, por tanto, cuanto mayor alcohol se ingiere menos profundo es el sueño y menos reparador.

4.Azúcar

Las recetas ricas en azúcar añadido provocan elevados picos de glucosa que perjudican la calidad del sueño. Tras la ingesta de alimentos ultraprocesados dulces el organismo genera un exceso de energía y se activa porque entiende que es necesario, con lo cual aparecen dificultades para conciliar el sueño.

5.Alimentos difíciles de digerir

Los guisos con salsas fuertes, las carnes fibrosas, los sofritos consistentes, las grasas… provocan digestiones pesadas de modo que no permiten dormirse con facilidad. Una siesta de calidad la proporciona una dieta saludable donde primen los frescos, las frutas y las verduras.  

Por otra parte, al igual que todos estos alimentos no ayudan a dormir, hay otros que al contrario ayudan a producir melatonina, que es la hormona que induce al sueño. En concreto, son aquellos ricos en triptófano: el plátano, el queso, el pollo, la clara de huevo, el pescado, la leche, la avena, las pipas de girasol y de calabaza o los cacahuetes.