Hace unos días Paz Padilla acudió a un evento y, como es costumbre, atendió a la prensa en el photocall. Sin embargo, estos días se ha criticado a la actriz y presentadora por un vídeo viral en redes sociales por suponer que estaba en estado de embriaguez, ya que algunos periodistas señalaron que se encontraba algo achispada. Sin embargo, la humorista ha salido a dar explicaciones para defender que no necesita alcohol para divertirse y que, además, no puede consumirlo por una enfermedad hepática que padece, el síndrome de Gilbert.
“¿Alguien se extraña o se sorprende de que yo esté de cachondeo y haga bromas? Yo creo que no, es mi forma de vivir”, señalaba Padilla. “Un reportero aseguró que yo estaba en la casa del terror achispada, como borracha. Siempre bebo cerveza sin alcohol. Primero porque no puedo beber. Tengo una enfermedad que se llama síndrome de Gilbert. Me altera muchísimo y no digiero el alcohol, no lo asimilo”, explica la presentadora, que ya lo había comentado en el programa ‘Mi casa es la tuya’.
Según datos de la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHN), el síndrome de Gilbert solo afecta como mucho al 7% de la población e incide principalmente en el hígado. Es una enfermedad que se suele heredar, ya que uno de los progenitores debe tener un gen que hace que una enzima hepática, la uridindifosfoglucuronato glucuronosiltransferasa, esté en niveles bajos, por lo que no permite que los niveles de bilirrubina se destruyan, aumentando su nivel en sangre.
Como cualquier enfermedad hepática, uno de los síntomas principales es la coloración amarillenta de la piel, pero no es la única señal que nos puede alarmar de que algo no va bien. Entre otros, los síntomas que más se suelen manifestar son las heces de color blanco, vómitos, la aparición de hematomas por el cuerpo, o la fiebre alta.
Es una enfermedad que se suele diagnosticar en la infancia, afectando especialmente a los hombres, y se puede detectar en cualquier momento de la vida con un análisis de sangre en el que los niveles de bilirrubina pueden alertar a los médicos de que algo no está bien y, así, mandar otro tipo de pruebas más específicas para conocer la función hepática.
¿Hay que restringir necesariamente la ingesta de alcohol una vez diagnosticado? En principio no es necesario, pues las personas que tengan síndrome de Gilbert pueden consumirlo en cantidades moderadas y en momentos puntuales. No obstante, se aconseja no beber alcohol para evitar cualquier tipo de daño en el hígado, sobre todo si acaban siendo irreversibles. Por ello, conviene llevar una dieta y estilo de vida saludables para mantener los niveles de bilirrubina bajo control.