Kiko Rivera, ingresado tras sufrir un ictus: síntomas a los que debes estar atento
El hijo de Isabel Pantoja ha sido ingresado en un hospital de Sevilla tras sufrir un ictus
¿Cuáles son los principales síntomas que alertan de la enfermedad?
El grupo sanguíneo de tipo A es el que más probabilidades tiene de sufrir un ictus
A solo unos días que Kiko Rivera, hijo de Isabel Pantoja, revelaba en sus redes que había tenido un contratiempo de salud que no parecía grave. Sin embargo, y tal y como ha informado el programa Fiesta en sus redes sociales, el DJ se encuentra hospitalizado desde esta madrugada en un hospital de Sevilla. Por su parte, ha sido Lecturas quien ha confirmado que la causa del ingreso de Kiki Rivera se debe a un ictus y que, en estos momentos, el DJ se encuentra en observación y que las próximas horas serán determinantes. ¿Cuáles son los síntomas que nos permiten reconocer un ictus?
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La Federación Española del Ictus la describe como “una enfermedad cerebrovascular que se produce por la disminución u obstrucción del flujo sanguíneo” que impide que las células nerviosas reciban oxígeno y, por tanto, dejan de funcionar. Conocer los síntomas es clave para identificar rápidamente lo que ocurre y actuar.
“La identificación inmediata de estos síntomas es crucial para el enfermo. Se ha demostrado que los pacientes tratados desde el primer momento por neurólogos logran una recuperación casi total o con muy pocas secuelas”, expone la Federación.
Síntomas a los que prestar atención
El dolor de cabeza súbito es uno de esos síntomas que nos alertan de que algo no va bien. No es un simple dolor, es uno que aparece repentinamente y mucho más fuerte de lo normal. Además, ese dolor, que puede desaparecer repentinamente en unos minutos, suele ir acompañado de cierta sensación de desequilibrio o de vértigo, haciendo que notes cierta inestabilidad.
Otro aspecto que tener en cuenta es la alteración repentina del habla, lo que le ocurrió a Jordi Pujol cuando sufrió un ictus. La dificultad para hablar puede ser mayor o menor dependiendo del hemisferio cerebral que se vea afectado.
También hay que estar atento a la visión y su alteración, como puede ser la pérdida de la vista por un ojo o, de repente, tener visión doble, un claro indicador de un posible ictus. No hay que ignorar la pérdida de fuerza en la cara, brazos o piernas, un síntoma que afecta generalmente a una mitad del cuerpo.
La mayoría de los pacientes suelen presentar una combinación de los síntomas, pero solo uno de ellos puede hacernos saltar las alarmas para acudir al médico y coger a tiempo un ictus, ya que la rapidez de la detección de los síntomas iniciales es fundamental para una buena evolución posterior.