¿Has perdido alguna vez el control de un párpado como Katy Perry?: se llama blefaroespasmo y hay que ir al médico

  • La cantante sufrió una crisis en pleno concierto y tuvo que darse unos toques en el ojo para solucionarlo

  • Es más frecuente entre mujeres que en hombres, y afecta, por lo general, a mayores de 50 años

  • Te contamos cuáles son los síntomas y el tratamiento de esta enfermedad

La vuelta a los escenarios de Katy Perry ha dado mucho de qué hablar y no precisamente por su música. Tras su baja de maternidad, la cantante ha dejado perplejos a asistentes y usuarios de Tik Tok (el vídeo tiene más de 16 millones de visualizaciones) por un problema inesperado de salud: una paralización de su párpado derecho. Una afección momentánea que la artista logró solucionar dándose unos toques en el rabillo del ojo.

Pese a que Perry no lo ha hecho oficial, los expertos apuntan a que debe tratarse de un blefaroespasmo, una contracción involuntaria y repetitiva del músculo circular que rodea al ojo y que puede llegar a provocar posturas y movimientos anormales en el párpado. Suele ser producto del estrés y la fatiga. Te contamos más cosas sobre esta afección y por qué es tan importante acudir a un especialista si te pasa.

Afecta, generalmente, a mayores de 50

Forma parte de las distonías, posturas y movimientos anormales, y suele desaparecer cuando dormimos. Es más frecuente entre mujeres que en hombres, y afecta, por lo general, a mayores de 50 años. En la mayor parte de los casos, ocurre de forma intermitente y causa el cierre completo de los párpados ocasionando problemas visuales. Suele comenzar con pequeñas contracciones y con el tiempo se pueden presentar con más frecuencia.

Suele ocurrir cuando la parte del cerebro que controla los músculos del párpado deja de funcionar correctamente. Puede ser hereditario y es el oculista el que determine el tratamiento en función de su historia clínica y los antecedentes médicos de su familia. 

¿Cómo se trata?

Pese a que no existe cura para esta enfermedad, sí que hay algunos tratamientos que pueden ayudar mucho con sus síntomas. La primera opción suele ser el Botox, que se inyecta en los párpados para que dejen de contraerse. Su efecto dura entre tres y cuatro meses, tras los cuales hay que repetir el procedimiento. Si las inyecciones no funcionan, la otra opción es la miectomía. Un cirugía en la que el médico extrae parte del tejido muscular o nervioso de los párpados para ayudar a detener las contracciones. 

Los cambios en el estilo de vida, como controlar el estrés, dormir lo suficiente y reducir el consumo de alimentos o bebidas con cafeína, como café, té o sodas, también suelen ayudar. Algunos médicos recetan a los pacientes que lo padecen ansiolíticos, que tranquilicen al paciente.