No es, ni de lejos, el mejor momento del año para empezar una dieta. Primero porque estamos a las puertas de un puente y, segundo, porque solo unos días después dan comienzo las navidades y con ello las reuniones entre amigos y familia en donde comer y beber se vuelve algo inevitable para muchos. Sin embargo, siempre podemos hacer lo posible por intentar coger el menor peso posible y que el esfuerzo de todo el año no se vaya al garete en unas pocas semanas. Y algunos trucos son sencillos y eficaces, como el que ha propuesto Harvard para justo después de la cena.
Lo que comemos, el tipo de entrenamiento que hacemos y la hora a la que hacemos ejercicio influyen en nuestra pérdida de peso y en la musculación. No obstante, con el ajetreo del día a día, cada vez se buscan más ejercicios rápidos y eficaces, como quizá lo puede ser la última propuesta de Harvard.
Así lo han expuesto diferentes investigaciones del departamento de Salud de Harvard que han señalado como caminar a buen ritmo después de cenar puede incrementar la quema de grasas. Pero no solo nos ayuda a perder peso, también se obtienen otros beneficios como una mejor digestión nocturna, permite conciliar el sueño más fácilmente al meternos en la cama y reduce la grasa abdominal.
Por lo tanto, realmente la hora importa para hacer ejercicio y para perder peso, y es tan sencillo como andar a un buen ritmo tras la cena. Es decir, no hay que tomárselo como un simple paseo, sino caminando con energía y siendo conscientes de nuestra respiración, controlándola.
Pero ¿cuánto tiempo habría que caminar para que haga efecto? Porque claro, no es lo mismo dar una vuelta a la manzana en cinco minutos que pegarte un buen paseo. En general se aconseja andar unos 30 minutos, aunque para que haya tiempo suficiente para la quema de calorías y verdaderamente llegar a perder peso se recomienda aumentar esas caminatas a una hora.
En todo caso, también es clave controlar lo que cenamos. Claro que un día nos podemos pasar y darnos un capricho, pero lo ideal es hacer cenas ligeras no muy tarde, entre las 19:00 y las 20:00 horas. De esta manera se logra irnos a dormir con la digestión hecha, sin sentirnos pesados, así como utilizar de una forma mucho más eficiente los nutrientes que ingerimos durante nuestro paseo nocturno para acabar con esos kilos de más que queremos eliminar.