El sueño polifásico o montártelo para dormir cuatro horas y rendir a tope

Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, como normal general. Pero es cierto que algunos necesitan dormir más que otros. Hay gente que no se conforma con menos de nueve horas para estar despejado, y a otros les basta con cuatro para estar en perfectas condiciones. Hay quien defiende que esas ocho horas de media que destinamos a descansar son demasiadas y nos impiden aprovechar mejor nuestra jornada. Son los partidarios del sueño polifásico, consistente en repartir las horas de sueño en diferentes fases del día en vez de concentrarlas durante la noche.

El objetivo de este tipo de sueño es lograr una vigilia más larga y un sueño más breve y concentrado en pequeños períodos, para ser más productivo y lograr así un mayor rendimiento. Grandes mentes pensantes y filósofos han seguido, aunque fuese inconscientemente, un patrón de sueño polifásico. Por ejemplo, se dice que Leonardo da Vinci dormía 20 minutos cada cuatro horas. Podría ser un método beneficioso para estudiantes en época de exámenes o para ciertas profesiones que necesitan estar muchas horas despierto, como médicos de guardia, pilotos de avión o capitanes de barco.

Sueño dividido en varios tiempos

El concepto sueño monofásico designaría ese espacio de sueño que dura de manera continuada y más o menos equilibrada, lo que convencionalmente se conoce como "dormir del tirón". Mientras que el sueño polifásico significa "sueño dividido en varios tiempos". La finalidad de este enfoque es disciplinar el cerebro para alcanzar el sueño profundo (al que se llega en la denominada fase REM, la más reparadora) más rápido. Las fases del sueño se completan en 20 o 30 minutos y se van repitiendo durante la noche. Por tanto, bastaría con repartirlas de una forma más funcional para mantener en plena forma nuestra vitalidad.

Cómo establecer una rutina polifásica

Es cierto que no conocemos bien sus efectos a largo plazo. Algunos expertos estiman que puede tener efectos negativos sobre la salud.  La reducción drástica de horas de sueño no es recomendable para todas las personas, y menos si se mantiene durante largos periodos de tiempo. Si el descanso polifásico despierta tu curiosidad, es importante que reduzcas tus horas de sueño poco a poco para que no afecte negativamente a la calidad de vida. Existen diferentes métodos para establecer una rutina de sueño polifásico:

  • Método bifásico: Consiste en dormir cuatro horas por la noche y destinar 90 minutos durante el día a una siesta. Este sistema es posiblemente el menos radical, ya que permite acumular entre 5 y 6 horas de sueño en una jornada.
  • Método Everyman: Se basa en dormir menos por la noche, tres horas, y repartir durante el día tres descansos de 20 o 30 minutos. En este caso, se duermen cerca de cuatro horas diarias.
  • Método Uberman: Esta fórmula es más exigente, ya que el descanso se reparte únicamente en periodos de 20 minutos cada cuatro horas. Esto suma únicamente dos horas de sueño al día.
  • Método Dymaxion: Es la organización del sueño más complicada de llevar a cabo por su exigencia, con siestas de 30 minutos cada seis horas. Con esta modalidad también se acaba durmiendo dos horas diarias.