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Nuria Roca ha dado una nueva vuelta al sol y lo ha celebrado por todo lo alto. Familia, amigos, seguidores y, por supuesto, Juan del Val se han lanzado a felicitarla. La periodista explicaba en su post que el nuevo año le había suscitado una curiosidad: ¿cuál era su edad biológica real? “Me he hecho unos análisis para saber si mi edad biológica corresponde con mi edad cronológica… no tengo el resultado, intuyo que estará bastante igualado, pero desde luego mi edad mental ya os digo yo que dista bastante de la real”, escribía junto a una fotografía propia, un selfie en el que se podía ver un amanecer junto al mar.
Al margen del cumpleaños de Nuria Roca, su post revela la toma de conciencia de una realidad en la que medicina regenerativa trabaja desde hae tiempo: los diferentes tipos de edades y lo que significan para las personas.
La edad cronológica viene marcada por el calendario: es la edad que marca nuestra fecha de nacimiento. Sin embargo, los años no marcan en sí mismos nuestro estado de salud. Para eso, hay que fijarse en la edad biológica, la que denota el estado de nuestras arterias, nuestra capacidad de movimiento y fuerza, y nuestro capital cognitivo. Según los expertos, es la edad funcional de cada célula de un organismo. Conocerla es muy importante para prevenir diferentes enfermedades asociadas al envejecimiento, como la diabetes, las enfermedades coronarias, la demencia, el alzheimer y algunos tipos de cáncer.
Existe también la edad psicológica, relacionada con la capacidad de adaptabilidad que una persona manifiesta ante los distintos eventos de su vida. Es algo parecido a la madurez y suele ser mayor conforme vamos cumpliendo años.
La edad social es la última que se destacaba hasta ahora y hace referencia a las circunstancias vitales, los cambios laborales, familiares o económicos. La jubilación, por ejemplo, es uno de los marcadores de la edad social, lógicamente, muy vinculada a la edad cronológica.
La última en incorporarse en estas 'edades del hombre' es la edad subjetiva, esa que hace que, en general, nos percibamos como más jóvenes de lo que realmente somos. Este fenómeno hace bastante tiempo que está siendo investigado por la comunidad científica, una suerte de protección ante el envejecimiento y todo lo que socialmente se asocia con él. "La edad subjetiva tiene sus bondades: te permite seguir haciendo cosas que la sociedad rechazaría por criterio de edad, por ese edadismo que maneja la sociedad", afirma el doctor José Antonio López Trigo, ex presidente de la Asociación de Geriatras de España y responsable del área de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Málaga.
¿La edad subjetiva es un predictor de bienestar cuando ya se tienen unos años? "Se dice que la gente que se percibe con menos edad envejece más tarde, tiene más salud mental y va a ser más feliz", asegura la psicóloga Lara Ferreiro.
Las pruebas para saber cuál es nuestra edad biológica son cómodas para el paciente (asta un análisis de sangre o de saliva ) y costosas: en torno a 500 euros de media, aunque depende del tipo de prueba y de los parámetros que se midan. ¿Qué se mide en ese análisis exactamente? Diferentes biomarcadores que dan cuenta de nuestro estado de salud. Uno de los biomarcadores más conocidos es la longitud de los telómeros, unas estructuras terminales de nuestros cromosomas que se acortan con mayor o menor rapidez durante el envejecimiento. Otros biomarcadores utilizados son la metilación o la expresión de ciertos genes asociados al envejecimiento y también el estado concreto de los órganos vitales. Gracias a estos biomarcadores, se ha podido crear, en casos concretos, un perfil epigenético capaz de determinar la edad biológica de diferentes tejidos.
Todavía es necesario seguir investigando en los biomarcadores más adecuados para cifrar con exactitud la edad cronológica. Aunque todavía no hay un criterio estándar, la ciencia, sin embargo, sí sabe qué hábitos ayudan a alargar la salud. Evitar el sedentarismo haciendo ejercicio de manera regular, prestar atención a nuestra propia cronobiología, respetando las horas de vigilia y sueño, nutrirnos con alimentos naturales, mantener nuestra mente activa, cuidar de nuestros sistemas de detoxificación o tomar decisiones que incidan en una mejor salud mental son cambios sencillos que pueden lograrlo. Y a tenor de lo que muestra Nuria Roca en sus redes, la comunicadora parece conocer el secreto de la eterna juventud.