Evitando un divorcio: en qué momento debes preocuparte por tus ronquidos e ir al médico

Irse a la cama es probablemente el mayor placer que existe para muchos cuando llega la noche. Poder acostarse y abrazar la almohada para dar rienda suelta al sueño hasta que por la mañana vuelva a sonar el despertador. Sin embargo, hay algunos que no pueden dormir. Y ya no es por el insomnio, sino por quien está al lado. Por los ronquidos. Es un trastorno común que en muchas ocasiones puede derivar a grandes problemas para la salud de quien emite el sonido y también para el que tiene que soportarlos cada noche. ¿Cuándo hay que preocuparte y plantearse la visita al médico?

Síntoma de la apnea obstructiva del sueño

No es lo mismo roncar un día suelto que hacerlo cada día, más aún cuando esto es un síntoma de la apnea obstructiva del sueño, que hace que la musculatura de la garganta se relaje y bloquee las vías respiratorias. Es decir, durante un periodo concreto no se respira porque las vías están bloqueadas. La apnea obstructiva del sueño “se vincula a un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas, como la presión arterial alta, la depresión, pérdida de memoria, cáncer o hasta enfermedades cardíacas”, señalaba la odontóloga Shereen Lim en un artículo de The Guardian.

Un estudio de 2009 señaló que la apnea del sueño grave se produce especialmente durante la mediana edad o en la vejez, aumentado casi un 50% el riesgo de muerte prematura, por lo que los expertos animan a controlar los ronquidos y, si se notan problemas, acudir al médico para que despeje todas las dudas posibles. Y son los hombres los que más atención deben prestar, ya que roncan mucho más que las mujeres.

Cuándo ir al médico

No obstante, los ronquidos pueden ser un síntoma de malos hábitos o de otros problemas de salud, pues se ha demostrado que fumar, al dañar los pulmones y la capacidad respiratoria, se ha relacionado con los ronquidos, especialmente cuando son frecuentes y fuertes. Pero también puede deberse a problemas físicos, como tener desviado el tabique o ser alérgico, así como la obesidad, especialmente cuando la grasa se concentra en la zona del cuello.

Cuando los ronquidos empiezan a ser un problema y hay alguno de estos factores, es importante acudir al médico, pero también intentar llevar unos hábitos más saludables, como una dieta equilibrada, restringir el alcohol, dejar de fumar o hacer ejercicio. A veces ni con estas, por eso es tan importante el papel del médico, que evaluará cada caso, en unos será necesario una cirugía y en otros bastará con unos simples ejercicios musculares.