Lepe, líder en frutos rojos, apuesta ahora por la producción de cannabis medicinal

Hace tiempo que la localidad onubense de Lepe dejó de ser únicamente el blanco de miles de chistes con más o menos gracia. Hoy es el productor del 98 por ciento de los frutos rojos (fresas, arándanos, frambuesas o moras) en España y de casi el 30 por ciento de toda la Unión Europea. Y ahora también ha decidido probar con otro tipo de cultivos y apostar por la producción del cannabis medicinal.

Estos empresarios de los frutos rojos han creado Medical Flowers y han conseguido la autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) del Ministerio de Sanidad para plantar cannabis con vistas a la fabricación de principios activos con fines médicos. Solo 21 entidades disponen de esta licencia actualmente en España.

Se contempla  la construcción de un laboratorio

El Ayuntamiento de Lepe, gobernado por el PP con mayoría absoluta, aprobó el pasado 29 de septiembre el proyecto de actuación de Medical Flowers en una parcela de un polígono del municipio, donde se implantará también un laboratorio para la transformación del cannabis con fines medicinales. En el acuerdo municipal se fija un plazo de duración de esta actuación de 20 años.

Medical Flowers no ha facilitado de momento datos acerca del volumen de empleo que creará ni sobre el alcance de la primera producción de cannabis medicinal, que prevé podría estar lista a finales del próximo verano

Autorizaciones bajo una ley franquista de 1967

El uso del cannabis medicinal aún no está regulado en España, aunque sí se permite su exportación a otros países donde sí es legal su consumo, como Alemania, Gran Bretaña o Italia, entre otros. A falta de una ley específica, las autorizaciones para el cultivo como la concedida a Lepe se siguen rigiendo conforme a lo dispuesto en una ley de 1967, firmada por el dictador Francisco Franco. Ninguna otra norma la ha sustituido desde entonces.

La Comisión de Sanidad del Congreso aprobó el 27 de junio de 2022 un dictamen por el que instó al Ministerio de Sanidad a poner en marcha, en el plazo máximo de seis meses, las medidas necesarias para permitir el uso del cannabis con fines medicinales. Pero el plazo se cumplió sin que se aprobara ninguna ley regulatoria. Esto obliga a las empresas que cuentan con autorización para su cultivo con fines médicos a destinar toda la producción a su exportación a países donde sí está legalizado. 

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