Claves para detectar y prevenir el cáncer de próstata: revisiones periódicas, deporte y buena alimentación

En España, la incidencia del cáncer de próstata ha ido aumentando poco a poco en la última década, como demuestran los 29000 casos nuevos que se detectan cada año en la población masculina. Un 80% corresponde a hombres mayores de 65 años. Diversos estudios calculan que uno de cada cinco varones acabará padeciéndolo.  

Según datos de ANCAP, es la segunda enfermedad maligna más frecuente en hombres y la quinta causa de muerte por cáncer en el mundo. Es también uno de los más silenciosos y difíciles de combatir, pues no suele hacerse evidente hasta que está muy avanzado y se presentan los primeros síntomas.  

Expertos como Antonio Prieto, presidente de la asociación, llaman la atención sobre el velo de silencio que se cierne en torno a la enfermedad. Un tabú para muchos hombres, que prefieren rodear el problema o no verbalizarlo. “Nadie habla de él. Esto provoca que el índice de pruebas diagnósticas que se realizan sea muy bajo. Aún existen una serie de barreras que generan que, muchas veces, este tipo de cáncer sea un tabú para quienes lo padecen". 

¿Hay formas de detectarlo precozmente? 

Hazte una revisión 

Los expertos coinciden en que detectar esta enfermedad a tiempo y desestigmatizarla es clave para normalizar su tratamiento y concienciar a los hombres de la importancia de la revisión anual a partir de los 45. Cuando el cáncer está contenido en la glándula prostática, hay una mayor probabilidad de éxito en el tratamiento. Según el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), hasta el 90% de los casos presentan buen pronóstico. "Se considera que aquellos hombres de más de 45 años que puedan tener un perfil de riesgo, deberían realizarse revisiones urológicas periódicamente", explican. 

Si te encuentras en la franja de edad que presenta más riesgo y sospechas que puedes tener cáncer de próstata, deberías consultar con tu urólogo de confianza y hacerte unos análisis preventivos. Hay dos formas principales de iniciar el protocolo de detección. La primera, mediante un tacto rectal. La segunda, un análisis de sangre PSA, que servirá para detectar la presencia de cierta proteína que producen las células prostáticas. El análisis del PSA mide el nivel de concentración de esta proteína en la sangre. 

Como indican en ANCAP, “el PSA es mejor predictor del cáncer de próstata que el tacto rectal o la ecografía transrectal”. Asimismo, recomiendan que los perfiles de riesgo realicen análisis periódicos para detectar la presencia de esta proteína. Quienes corren más riesgo de sufrir este cáncer deberían tener en cuenta los principales factores de riesgo: el peso (la obesidad es un factor de riesgo importante), la edad avanzada, los antecedentes familiares o la raza (los afroamericanos corren más riesgo de padecerlo). 

No todo son malas noticias en torno a esta enfermedad silenciosa. La detección exitosa de casos ha aumentado mucho en la última década, en parte por la labor importante de distintas campañas de concienciación y la mejora en los tratamientos, que, al ser menos invasivos, aminoran distintas seculeas físicas como la impotencia sexual o los problemas intestinales. 

Si en las pruebas se sospecha la presencia del cáncer, será nuestro médico el que decida el abordaje más adecuado para la enfermedad. Muy probablemente ordenará la realización de pruebas adicionales, como la biopsia de próstata y las pruebas de diagnóstico por imagen, que confirmarán si el tumor está presente y debemos iniciar el tratamiento. 

¿Se puede prevenir el cáncer de próstata? 

Como explica la American Cancer Society, esta enfermedad “no se puede prevenir de manera segura. Muchos factores de riesgo, tales como la edad, la raza, y los antecedentes familiares no se pueden controlar”. Por el contrario, podemos tomar algunas acciones, rutinas y hábitos beneficiosos para reducir el riesgo de padecerlo. 

Seguir una dieta saludable con buenas cantidades de frutas, verduras y cereales integrales. En general, alimentos ricos en vitaminas y bajo contenido en grasa. También soja e isoflavonas, pues algunas investigaciones sugieren sus posibles efectos beneficiosos. 

Según Mayo Clinic, “en algunos estudios, los hombres que comían la mayor cantidad de grasas por día presentaron un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Esto no prueba que el exceso de grasa cause cáncer de próstata. Otros estudios no han encontrado esta asociación. Sin embargo, reducir la cantidad de grasa que comes por día tiene otros beneficios comprobados, como el control del peso y una mejor salud para el corazón”.