Asma grave en adultos: ¿cuáles son las medidas clave para controlar su evolución?
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica indica pautas para tratar y controlar el asma grave en adultos
Según datos de la entidad, la mitad de los asmáticos no tienen un control adecuado de su patología
Entre las medidas preventivas está abandonar el tabaco y no exponerse al humo, así como nuevos fármacos o técnicas para el control del asma
El asma es una patología normalmente asociada a los más pequeños de la casa, a los niños, una inflamación crónica que se manifiesta con dificultad respiratoria, tos y los llamados pitos o ruidos respiratorios. Pero aunque siempre se relacione con niños, lo cierto es que el asma en adultos también es muy común, principalmente si existe cierto componente hereditario o hay factores ambientales que podrían ayudar a que se desarrollase la enfermedad. Con motivo del día Mundial del Asma, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha establecido un consenso sobre el asma grave en adultos para su control y tratamiento adecuado para una patología que afecta a más de 3 millones de personas en España.
Esto se debe a que según la institución médica, en la Europa occidental el 18% de los pacientes asmáticos padecen asma grave, pero el dato va más allá, ya que la mitad de los que lo sufren no tienen un control adecuado de la patología. Por lo general el principal síntoma, como apuntábamos, es la dificultad respiratoria, que suele manifestarse cuando hay una exposición a alérgenos como el polvo, el polen o tras realizar ejercicio intenso. Esto provoca que los bronquios se cierren y dificulte la respiración.
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El documento, publicado en Open Respiratory Archives, donde la SEPAR anuncia que esta actualización sobre el diagnóstico y tratamiento del asma grave en adultos viene dada porque gran parte de ellos no tienen el correcto seguimiento de su patología y de esta manera se les puede ofrecer el mejor tratamiento que se encuentra disponible gracias a los avances médicos y que puede "minimizar su sintomatología".
Medidas preventivas para el asma grave
Por una parte, el documento consensuado por varios especialistas médicos establece una serie de medidas para la prevención del asma o para evitar su desarrollo. Entre ellas, eliminar el tabaco tanto si se es fumador como si es un consumidor pasivo que inhala el humo por estar en un círculo donde se consume tabaco y avisan: "los asmáticos fumadores presentan síntomas más graves". Además, la publicación tampoco recomienda el uso de cigarrillos electrónicos porque no existe evidencia de que "estos dispositivos sean más seguros que el tabaco a largo plazo" y llaman a los pacientes asmáticos a evitar la exposición pasiva al humo.
No obstante, la contaminación ambiental es otro factor a tener en cuenta, pues la polución, sumada a otros alérgenos, como los ácaros o el pelo de las mascotas, afectan a la calidad del aire, especialmente en ambientes cerrados como el hogar. Por su parte, si se asocia el asma a un alérgeno, lo indicado es evitar exponerse ante él. Además, los profesionales consideran que cuando hay un diagnóstico de asma grave se debe tener en cuenta la posibilidad de inocular la vacuna de la gripe, puesto que puede reducir el proceso crónico.
Nuevos tratamientos
Este nuevo documento ayuda a crear un correcto diagnóstico para luego indicar el tratamiento adecuado, ya que en ocasiones hay personas que no responden bien ante los fármacos habituales o tradicionales, por lo que se considera que tienen asma grave no controlada. Por ello, la SEPAR apunta a que desde hace algunos años existen inhaladores y terapias con fármacos monoclonales que mejoran la calidad de vida de gran parte de las personas afectadas, aunque siempre debe ir prescrito por un especialista.
El cumplimiento de la medicación, clave
Sin embargo, los síntomas no siempre son los mismos en el tiempo ni en la época, por eso es clave un seguimiento de los pacientes para poder tratar a cada uno de forma individualizada según sus particularidades y así también poder hacer un pronóstico sobre la evolución y los riesgos a largo plazo.
Aún así, uno de los grandes problemas es que, según la SEPAR, algunos pacientes no llevan un control constante de la enfermedad y pueden saltarse con asiduidad el tratamiento. De esta manera, la institución ha validado el llamado Test de Adhesión a los Inhaladores (TAI) para estimar que se cumpla el tratamiento en pacientes asmáticos.
Por otro lado, la SEPAR considera que en un futuro puede que los inhaladores que se utilizan para el tratamiento dispongan de dispositivos electrónicos que se conecten a una aplicación móvil para ayudar a los pacientes a seguir continuadamente con su tratamiento. En todo caso, piden precaución con los efectos a largo plazo de algunos fármacos como los glucocorticoides orales. Así, siempre deben ir prescritos por un neumólogo tras estudiar cada caso y ver que pueden tener efectos positivos sobre el paciente, que debe siempre seguir las pautas médicas.