Un estudio del Departamento de Sanidad de EE.UU. demuestra que beber dos cañas al día o una copa de vino ayuda a evitar la pérdida de memoria
El estudio, que ha sido publicado ahora, analizó a casi 20.000 estadounidenses con una media de edad de 61 años
"Una cerveza bien fresquita nunca hace mal". Esta frase típica, que habrás escuchado infinidad de veces, podría tener más fundamento del que realmente crees, según los resultados de una investigación de la Universidad de Georgia encargado por el Departamento de Sanidad de EE.UU. y que ha demostrado la relación entre el consumo de alcohol y una mejor capacidad de la memoria y las funciones cognitivas en personas maduras.
Partamos, eso sí, de una base clara: el abuso de alcohol es una de las principales causas de mortalidad, aumenta el riesgo de hipertensión y de accidentes y enfermedades cardiovasculares. Ahora bien, también se ha demostrado que un consumo bajo o moderado, por ejemplo, una copa de vino al día, puede proteger al corazón. Este nuevo estudio va un poco más allá y amplía el margen hasta las 14 bebidas alcohólicas (vino o cerveza) por semana.
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Para llegar a esta conclusión los científicos se basaron en una encuesta realizada en Estados Unidos a casi 20.000 personas con una media de edad de 61 años donde les preguntaban sobre su estado de salud y el estado de sus finanzas. Durante 11 años, todas estas personas se hacían varias pruebas en las que se medían parámetros como su memoria total de palabras, su estado mental y vocabulario.
De todos los participantes, 6.010 afirmaron que llevaban una ingesta de alcohol moderado, de una copa de vino o dos vasos de cerveza al día, y los investigadores confrontaron sus datos con la de aquellos que afirmaban no beber nada del alcohol. El resultado: los bebedores del primer grupo tenían menos probabilidades de sufrir algún tipo de disminución en los parámetros que se habían estudiado, en relación con los abstemios.
Ante esto, los investigadores encontraron que un consumo de alcohol bajo o moderado se asociaba con una función cognitiva con resultados muy altos en las pruebas y esto se mantenía así en cada evaluación posterior.
Aun así, los investigadores avisan: "Todavía se necesitan campañas de salud pública para reducir aún más el consumo de alcohol en adultos maduros, particularmente entre los hombres, porque los mecanismos subyacentes a la asociación beneficiosa del consumo de alcohol con la función cognitiva no están claros".
Y concluyen: "nuestro estudio sugiere que este consumo de alcohol asoció con una mejor función cognitiva total y mejores resultados en el dominio de la cognición individual para el recuerdo de palabras, el estado mental y el vocabulario entre hombres y mujeres de mediana edad o mayores en los Estados Unidos".
Nuestra recomendación: sigue bebiendo con moderación y disfrutando de la vida sin riesgos, que las resacas, cada vez, se ponen más complicadas.