El 95% de los casos de cáncer de colon se podrían prevenir: detalles del cuerpo a los que estar atento

  • El 31 de marzo se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Colon

  • "La malignización suele ir asociada a la edad, por eso los programas de cribado se realizan al grueso de la población a partir de los 50 años"

  • El método diagnóstico por excelencia sigue siendo la colonoscopia tradicional

Es el tipo cáncer con mayor incidencia en España, pero también el que mejor se puede prevenir. Durante este año, se prevé que se diagnostiquen 43.370 nuevos casos, es decir, uno cada doce minutos, de acuerdo con los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la mayoría de ellos en hombres mayores de 50 años, con antecedentes familiares de cáncer de colon o pacientes de Enfermedad Inflamatoria Intestinal. En el Día Mundial de la enfermedad, te contamos cuáles son las pruebas y signos a los que estar atento para detectar precozmente la enfermedad.

Métodos de prevención

El 95% de los cáncer de colon se pueden prevenir ya que tienen su origen en un pólipo colorrectal. Estos pólipos son crecimientos anormales que se desarrollan en el colon y recto y que pueden permanecer años sin malignizarse. "La malignización suele ir asociada a la edad, por eso los programas de cribado se realizan al grueso de la población a partir de los 50 años. Si se detecta un pólipo y es extirpa, se elimina el riesgo de que se desarrolle un cáncer colorrectal", apunta el Dr. Gonzalo Guerra Azcona, director médico del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas.

Para conseguir detectar a tiempo estos pólipos, existen diferentes pruebas diagnósticas, más o menos invasivas, que deben realizarse los mayores de 50 años sanos, cada cinco años, ya que la edad es un factor de riesgo inevitable. También aquellos mayores de 40 con antecedentes familiares, pacientes con poliposis intestinal, ya que una vez que aparece un pólipo, existe predisposición para que aparezcan más y, por últimos, los mayores de 40 que tengan Enfermedad Inflamatoria Intestinal.

El método diagnóstico por excelencia sigue siendo la colonoscopia tradicional, ya que, además de poder prevenir la aparición del cáncer, permite extirpar en el momento el pólipo, en el caso de que exista. Además, el test de sangre oculta en heces también es una buena herramienta para realizar cribados a gran escala. No obstante, no es una prueba concluyente y en el caso de ser positivo debe realizarse una colonoscopia.

El test septina 9 es una analítica de sangre que excluye la posibilidad de sufrir un cáncer de colon con un 90% de fiabilidad, pero en caso de ser positivo, ocurre lo mismo que con la sangre en heces, requiere de colonoscopia de control. Una de las novedades de los últimos años son las virtuales, que permite visualizar en 3D el colon en toda su extensión sin necesidad de realizar sedación al ser indolora, pero tenemos el mismo problema que con las otras.

Señales a las que estar atento

José Ignacio Martín Valadés, jefe de la sección de tumores digestivos del MD Anderson Cancer Center de Madrid, nos explicó, en declaraciones para Uppers que, en las primeras fases de la enfermedad, este tipo de patología no suele provocar ningún síntoma, sino que es en fases más avanzadas cuando el paciente empieza a manifestar "cansancio, dolor abdominal o pérdida de peso". "No obstante, debe consultarse al médico ante la presencia de sangre en las heces", señala el experto, "o cambios del ritmo intestinal como diarrea o estreñimiento persistente o cambiante".

Pese a que, como hemos explicado, hay algunos factores que no dependen de nosotros, sí que hay algunas medidas que se pueden llevar a cabo y que están vinculadas al estilo de vida. El senderismo y la obesidad están están asociados al desarrollo de múltiples enfermedades y entre ellas se encuentran los cánceres gástricos. El consumo de alcohol y tabaco, por su parte, aumentan el riesgo de desarrollo de pólipos en el colon y, con ello, del cáncer colorrectal.

En cuanto a la alimentación, se debe evitar el abuso en el consumo de grasas, carnes rojas, alimentos ultraprocesados y harinas y azúcares refinados Por su parte, se debe aumentar el consumo de fibra (frutas y verduras), proteínas de alta calidad como las legumbres, las carnes magras y las grasas. Además, aumentar el consumo de alimentos ricos en calcio (desnatados y vitamina D) podría suponer un beneficio adicional.