¿Es realmente eficaz el nuevo collarín que purifica el aire de alrededor y que sustituye a la mascarilla?

  • Un collar purificador se ha convertido en tendencia como posible sustituto de la mascarilla

  • Fabricado en Estonia, purifica el aire que se respira y puede eliminar el 99% de los virus y bacterias

  • Algunos expertos alertan del peligro de su uso sobre nuestra salud y la poca protección para el resto de personas

Desde el estallido de la pandemia nos hemos vuelto, o al menos intentado, en expertos de la mascarilla. Se ha convertido en el complemento estrella pues, ¿quién sale de casa sin la suya? En este año han sido muchos los inventos o las variaciones, entre las más locas, esa mascarilla para comer que solo tapa la nariz, o las mascarillas elastoméricas, que algunos expertos en aerosoles han defendido por comodidad y eficacia. Ahora llega una nueva, una especie de collarín purificador de aire que elimina la presencia del virus. ¿Cómo funciona? Y lo más importante, ¿es realmente útil y eficaz? No todos lo creen.

Hasta hace unos días nadie sabía de su existencia, pero la visita a Estonia de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, ha dejado una fotografía que no ha pasado desapercibida para muchos espectadores. En esa foto vemos a la ministra junto a dos representantes del país que visita, ella con su mascarilla quirúrgica pero las otras dos sin el cubrebocas, en sustitución un collarín que ha llamado la atención de muchos.

¿La mascarilla del futuro?

"¿Estás listo para volver a respirar y sonreír en público?" es el lema de ese collar que hace de mecanismo de protección ante el virus que se ha desarrollado en Estonia y del que algunos ya hablan como la mascarilla del futuro. Respiray es un purificador de aire que tal y como establece en su página puede eliminar el 99% de los virus que hayan en el aire a través de luz ultravioleta-C (UV-C), un aparato que cuenta con una batería de 8 horas de duración.

De esta manera, no llevaríamos cubierta ni la nariz ni la boca, solo si queremos añadir una pantalla de plástico para una supuesta mayor seguridad. Así, su funcionamiento consiste en recoger el aire sin filtrar por la parte baja, desinfectarlo con los UV-C y ofrecernos un aire filtrado y purificado al 99%. Ahora bien, este collar que va sobre lo hombros no es precisamente barato, pues cuesta 279 euros. Así visto parece muy bonito, pero no todos los profesionales están de acuerdo con este mecanismo que puede llegar a ser más peligroso que seguro.

Cuestionamiento sobre su eficacia

Solo hay que ver una de las indicaciones en su página web, "este producto es un dispositivo no médico", es más, ha sido testado de forma independiente por universidades y no tiene un aval de entidades oficiales. A pesar de sus buenas intenciones para que la población vuelva a verse las caras, algunos profesionales ya han manifestado su opinión, como la divulgadora Boticaria García, que no está del todo de acuerdo con este método de seguridad ante el virus.

Por una parte, la experta hace hincapié en el uso de UV-C, que desde hace meses se ha pedido precaución con su uso desde el ministerio de Sanidad, especialmente para la desinfección del coronavirus en aire o superficies, ya que puede ocasionar daños oculares, en la piel o irritación en las vías respiratorias de las personas, además de ser identificado como "potencialmente cancerígeno". Por ello, el ministerio tiene establecido que no se use ni en hogares y ni en presencia de personas.

Otro ejemplo de la experta, si no se tiene instalada la pantalla y alguien tose frente a ti "a los aerosoles no les da tiempo de pasar por debajo y salir limpios por arriba". Pero una de los principales inconvenientes, como explica, es que aunque una personas respire aire limpio, el que expulsa no se filtra porque no llevas nada ni en la boca ni en la nariz. "He hablado mucho de las mascarillas egoístas, de las mascarillas con válvula, pues este aparato las deja en pañales, es la madre de las mascarillas egoístas", ha zanjado.