Una matrona de 56 años en plena pandemia: “Jamás había visto este miedo en los nacimientos"

  • "Tememos que alguna mujer nos oculte que tiene síntomas por el miedo a quedarse sola"

  • "Hemos sido los grandes olvidados del hospital. Al ser los últimos en registrar casos nos han llegado muy pocos EPIS"

Todavía queda un lugar feliz en los hospitales. Un sitio donde el coronavirus no es el protagonista. Maternidad. Una planta en la que se da la bienvenida a los niños a un mundo, a día de hoy, muy complicado. Sus padres y abuelos les recordarán, dentro de unos años, que ellos nacieron en plena pandemia y que las primeras felicitaciones y abrazos fueron en la distancia. En cada hospital, decenas de sanitarios trabajan mano a mano para intentar dar normalidad a los partos y animar y atender a las madres, que en muchas ocasiones, llegan angustiadas. Hablamos con María Dolores, de 56 años, matrona en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo para que nos cuente cómo vive, durante la crisis del coronavirus, el milagro de la vida.

"Siempre hemos sido unos privilegiados porque trabajamos en un hospital pero lo hacemos con personas sanas. Ahora, durante la pandemia, lo somos aún más, tratamos con la vida y no con personas muy enfermas o que fallecen". Es lo primero que nos dice Loli, como acostumbran a llamarla.

Cómo viven las madres el parto en plena pandemia

Incertidumbre y medio, es lo que ve en las caras de las parturientas. "Vienen con la sensación de que el hospital esta lleno de coronavirus y, en parte, es cierto. Para ellas es muy complicado, deben estar con mascarillas puestas y eso les cuesta mucho, sobre todo a las que experimentan dolor. Se las intentan quitar continuamente porque no pueden respirar bien. Es muy complicado".

El protocolo que siguen los sanitarios varía en función de si la madre es positivo o está sana. "Desde que comenzó la pandemia trabajamos siempre con la mascarilla puesta pero los EPIS solo los empleamos con mujeres con coronavirus. Si una madre está sana todo es igual que antes. Una vez da a luz coge a su hijo y puede estar acompañada. El problema son las mujeres asintomáticas, si hay una ligera sospecha las tratamos como positivas y activamos el protocolo: gafas, bata impermeable, gorro, guantes y pantalla – si tenemos -", nos explica.

Madres que ocultan síntomas por miedo a dar a luz solas

Una de las mayores preocupaciones que ronda las cabezas del equipo de maternidad estos días, y que han hablado en varias ocasiones, son aquellas mujeres que no reconocen estar enfermas. "Tememos que alguna mujer nos oculte que tiene síntomas por el miedo a quedarse solas, porque tanto en los casos positivos como en los sospechosos nadie las puede acompañar durante el parto y eso es una faena para ellas", reconoce la matrona.

Loli nos aclara – para tranquilizar a las madres que son positivo – que "el protocolo que hay en este hospital es que si la madre clínicamente está bien - aunque sea positivo - y el recién nacido también, puede dar lactancia materna y se deja al bebé encima de ella".

Estrés entre el personal de Maternidad

Loli reconoce que en los 33 años que lleva trabajando en la sala de dilatación y en los paritorios, 14 en el hospital de Toledo, nunca se había enfrentado a una situación así. "Jamás he visto este miedo en los nacimientos. Se nota un ambiente menos alegre. Todos estamos muy preocupados, tanto sanitarios como pacientes".

Nos cuenta que durante la crisis del Ébola recibieron algunas charlas sobre como tratar enfermedades infecciosas pero que nada tiene que ver con lo que ven ahora. "Hay mucho estrés, y bastante caos y desorganización pero poco a poco lo vamos resolviendo. Pese a los pocos casos que hemos registrado en Maternidad, hay cinco matronas que han dado positivo, cuatro ginecólogos y una residente", hace el recuento.

Los grandes olvidados en materia de protección

Desde que comenzó la crisis han sido contados los casos de madres positivas en coronavirus que han llegado a este hospital pero la seguridad prima por encima de todo. "Hemos tenido que habilitar y cambiar la forma de trabajar habitual para no mezclar las positivas con sospechosas y negativas. De momento tenemos muy pocos casos y aquí las positivas no suelen estar muy mal".

Para poder atender a estas últimas, los equipos de protección son fundamentales pero Loli asegura que no tiene todos los que deberían. "Hemos sido los grandes olvidados del hospital. Al ser los últimos en registrar casos nos han llegado muy pocos EPIS. Las mascarillas FFP2 llegaron por primera vez la semana pasada, no tenemos batas, el jueves estuvimos sin guantes y ni siquiera había papel para secarnos las manos. Lo que tenemos es porque nos lo han donado particulares. Las batas impermeables nos las han hecho llegar del matadero de Toledo y las pantallas protectoras nos las ha hecho el cuñado de una compañera".