La disfunción eréctil ya no es un problema: descubre las causas y aprende a combatirla

  • Existen varios tratamientos, tanto farmacológicos como quirúrgicos, para tratar la disfunción eréctil

  • La disfunción eréctil puede ser un toque de atención sobre otras enfermedades

La disfunción eréctil no deja de ser un tema tabú, pero no por ello debes dejar de acudir al médico. No poder mantener relaciones sexuales es un problema que te afecta tanto a ti como a tu pareja, así que no lo escondas, ni eres el primer hombre que lo sufre ni serás el último. Además, la medicina avanza a pasos agigantados y existen distintos tratamientos. ¿Que no te va bien uno? Pues será otro, no te preocupes. Lo único que necesitas es un diagnóstico adecuado, así que no tengas reparo en acudir al médico.

“¿Por qué a mi?” seguramente es la pregunta que ronda la cabeza de los hombres cuando no consiguen tener relaciones sexuales placenteras. Millones de hombres en el mundo padecen disfunción eréctil, una patología que no solo significa no poder tener una erección, sino que también es parte de aquellos que consiguen la erección pero la pierden con facilidad, impidiendo mantener relaciones placenteras con su pareja.

Las posibles causas

Cuando piensas en disfunción eréctil lo más probable es que se te venga a la mente la imagen de un hombre mayor, pero lo cierto es que puede afectar a cualquier edad, pero con dos perfiles muy marcados. El primero es el de los hombres mayores de 50 años, en los que la impotencia sexual es una señal más de otra posible enfermedad. Pero también puede afectar a los más jóvenes, que en general tiene un origen psicológico. Los cambios de pareja, la inseguridad o un mal aprendizaje sexual durante los primeros años de experiencias sexuales pueden manifestarse en disfunción eréctil.

Pero como toda enfermedad, esta también tiene sus causas. Juan Ignacio Martínez-Salamanca, director médico de Lyx Instituto de Urología, declara que no existe una sola causa, sino varias que se encadenan hasta producir disfunción eréctil en el paciente. La principal son los factores de riesgo vascular en aquellas personas sedentarias, que padecen hipertensión, que son obesas o que consumen altas cantidades de tabaco.

Y mucho cuidado, porque la disfunción eréctil puede ser la antesala a otras enfermedades, por ejemplo, el doctor reconoce que muchos de sus pacientes, tras ser diagnosticados, descubren que tienen diabetes o hipertensión.

Los principales tratamientos para la disfunción eréctil

Cuando el paciente acude a consulta ya tiene sospechas de lo que le puede ocurrir, visitan a su médico tras haber sufrido uno o varios de los famosos gatillazos. Martínez-Salamanca lamenta que muchos hombres acuden algo tarde, después de haber tenido muchos episodios que se han ido alargando en el tiempo. El diagnóstico aún así es sencillo, con una entrevista al paciente. Las pruebas médicas, en estos casos, ayudan a saber si padece alguna patología desconocida hasta el momento que haya podido ser un desencadenante de la disfunción eréctil y que deba ser igualmente tratada.

Aunque todo parezca un problema que no tiene solución, lo cierto es que existen distintos tratamientos médicos para ayudar al paciente a volver a tener relaciones sexuales placenteras. Por parte del urólogo, lo primero que se debe hacer es cambiar el estilo de vida hacia uno más sano, sobre todo en aquellos hombres que no hacen ejercicio y deben controlar los factores de riesgo. A su vez, estos hábitos se combinan con una medicación por vía oral. Hay varios tipos de pastillas dependiendo de las dosis y las especificaciones. En este caso será el doctor el que, valorando la situación, decida qué tratamiento es mejor para cada hombre.

Así mismo, las pastillas pueden combinarse con el tratamiento de ondas de choque. Es una técnica no invasiva, indolora, que se aplica directamente sobre el pene y que genera la aparición de nuevos vasos sanguíneos. Si toda esta primera fase de tratamiento no funciona, habría que subir un nuevo escalón con la terapia intracavernosa, es decir, fármacos que se inyectan en el pene.

Intervención quirúrgica

Puede ser que un hombre sea uno de los no respondedores a ninguno de los tratamientos anteriores. No es lo normal, pero puede ocurrir. Una vez en este punto, la recomendación del doctor es el implante de una prótesis de pene, que normalmente se realiza de forma ambulatoria.

Por una parte está la prótesis inflable, compuesta por tres componentes. Dos cilindros que se implantan dentro del cuerpo cavernoso del pene, también se coloca un pequeño depósito y una bomba que irá en el escroto. Su manejo es muy sencillo, el paciente localiza la bomba y activa el dispositivo provocando una erección indefinida que le permite mantener relaciones sexuales. Cuando termina, se desactiva el dispositivo y el pene vuelve a su estado de reposo.

En cambio, el uso de la prótesis maleable es mucho más cómodo. El paciente solo debe manipular la prótesis cuando desea mantener relaciones. El principal problema es que a diferencia de la anterior, es menos discreta, ya que no hay mucha diferencia entre su tamaño en erección y en reposo.

El doctor Martínez-Salamanca recomienda a los hombres que creen que puedan padecer disfunción eréctil acudir a la consulta de un especialista, él podrá indicarle el mejor tratamiento dependiendo de sus circunstancias.