Durante los últimos meses hemos visto cómo nuestros padres han tenido cada vez más miedo de salir a la calle ante la posibilidad de contagiarse. Meses de encierro en casa, de sobreinformación y cifras de fallecidos han provocado cierto respeto por parte de la población de riesgo en lo que respecta a hacer vida normal. Las personas de edad avanzada son las más vulnerables en caso de contagiarse de coronavirus; sin embargo, ello no quiere decir que tengan más posibilidades de contagiarse. Esto es precisamente lo que ha concluido un estudio en Japón.
Científicos de la Universidad de Hokkaido (Japón) han concluido que la edad no es determinante a la hora de establecer la probabilidad de que se infecte por el SARS-CoV-2, el virus que provoca la COVID-19. En el trabajo se han analizado los datos de Italia, España y Japón. El desarrollo de síntomas, la progresión de la enfermedad y la mortalidad que pueda causar sí que dependen de la edad de la persona que se haya contagiado.
Analizando las tasas de mortalidad de los tres países en mayo (382,3 en Italia; 507,2 en España; 13,2 en Japón), los científicos pudieron estabecer la distribución de la mortalidad por edades, que fue similar en los tres países. Este parámetro hace referencia al número proporcional de defunciones por grupo de edad. El trabajo se publicó en la revista 'Scientific Reports' y cuenta con un modelo matemático para calcular la susceptibilidad de los grupos de edad en distintas condiciones. Para extraer las conclusiones se tuvo en cuenta el nivel estimado de contacto entre personas en cada grupo de edad y los niveles de restricción de las actividades fuera del hogar en los tres países analizados.
Con todo ello se logró demostrar que la susceptibilidad ante el contagio es irrealmente diferente entre los grupos de edad si se supone que la edad no influye en la gravedad y la mortalidad. Además, este modelo de estudio reflejó que la edad no debe influir en la susceptibilidad; de hecho, debería influir negativamente en la gravedad y la mortalidad. Así podría explicarse que la distribución de la mortalidad por edades, aún teniendo tasas de mortalidad dispares, fueran similares tanto en Japón como en España e Italia.
Las causas de la mortalidad en las personas de edad se deben a dos factores: la probabilidad de que se infecten debido a su edad avanzada (esto se llama susceptibilidad dependiente de la edad y se refleja en el número de casos) y la probabilidad de que se vean afectadas por una forma grave de la enfermedad debido a su edad avanzada (gravedad dependiente de la edad). Esta última se ve reflejada en la tasa de mortalidad.