¿Es necesaria la cuarta dosis en mayores antes del verano?

  • Sanidad todavía no ha dejado claro cuando se pondrá este segundo refuerzo

  • ¿Es mejor inocular ahora o esperar a nuevas formulaciones?

  • Hablamos con el virólogo Estanislao Nistal sobre tiempos y la importancia de los test de respuesta celular

Todo lo que rodea a la cuarta dosis sigue siendo un misterio. Sanidad todavía no ha dejado claro cuando se pondrá este segundo refuerzo y las comunidades no se ponen tampoco de acuerdo. Los contagios entre los mayores de 80 están repuntando y esto preocupa y mucho. Murcia, Andalucía, Galicia o Asturias piden que se de luz verde cuanto antes, mientras que otras como Madrid prefieren esperar hasta después del verano. La Agencia Europea del Medicamento ha insistido en que falta evidencia científica para administrar este segundo refuerzo, pero algunos países como Francia y Alemania se han adelantado y ya están poniéndolas a los mayores de 60 y personal sanitario.

Esperar o inocular

Cerca de 25 millones de ciudadanos en nuestro país ya han recibido el tercer pinchazo contra la covid-19, seis y medio son mayores de 70 años, lo que supone un 92% de la población de este grupo de edad. Parte de los expertos consideran que es suficiente para prevenir la infección grave, sin embargo, otros prefieren asegurar un verano tranquilo sin grandes repuntes.

"Los datos indican que, a pesar de que los inmunodeprimidos y personas con edad avanzada corren menos riesgo que antes de ponerse la vacuna y el primer refuerzo, un segundo reduce mucho las posibilidades de sufrir la enfermedad grave, específicamente entorno al 50%", nos explica el virólogo Estanislao Nistal.

La principal duda que se plantea es si no sería mejor esperar a las nuevas formulaciones que se basen ya en las últimas variantes de la enfermedad y no en las primeras. "Es cierto que, a pesar de los beneficios estudiados, los datos de la incidencia de la presente ola indican que se está estabilizando y en algunas comunidades autónomas comienza a remitir", añade.

Fijándonos en nuestros vecinos…

El repunte de casos de las últimas semanas no es ninguna sorpresa ya que nuestros vecinos europeos que quitaron la obligatoriedad de la mascarilla antes vivieron la misma situación. "En Francia o Reino Unido, tras un periodo de incremento de casos, la situación se volvió a estabilizar y cayó la incidencia nuevamente".

Esto lleva a plantearse si es mejor esperar un poco o seguir los pasos de Francia. "La mejora en la protección mediada por anticuerpos neutralizantes tras una inoculación disminuye al cabo de unos pocos meses, pero es cierto que, a medida que nuevas variantes van circulando, la efectividad de dichos anticuerpos es menor", asegura Nistal.

De ahí que, ante la esperanza que la formulación vacunal se actualice y la posible transformación del SARS-CoV-2 en un virus estacional de los meses de clima más frío, se hable de esperar a más adelante con una vacuna optimizada al contexto de las variantes actuales. "Cuantas más dosis hay menos riesgo, pero no puedes estar poniendo dosis eternamente porque la gente va a ir perdiendo confianza y vas a generar rechazo. Además, sabemos que la vacuna actual no es la mejor que se puede poner y las nuevas ya están en proceso de aprobación".

¿Y si realmente no la necesito?

Otro de los debates que están ahora sobre la mesa en la comunidad científica es por qué no se empieza a hacer test de respuesta celular a los colectivos de riesgo para determinar cómo reaccionan a las inoculaciones. "Si echamos cuentas de lo que cuestan las vacunas y estas pruebas, los números saldrían. La idea es vacunar solo a aquellos que lo necesiten. Hacérselo a las personas de mayor riesgo y ver cómo las otras dosis han estimulado la respuesta y memoria celular", concluye el experto.