Hemorroides internas y externas: una patología incómoda pero con tratamientos efectivos


Las hemorroides son muy comunes y gran parte de la población, espacialmente la de mayor edad, las pasará en algún momento
Sus causas son muy concretas, pero por suerte pueden tratarse de diferentes formas antes de tener que llegar a una cirugía
También se las conoce como almorranas y se suelen detectar por el dolor que producen, no excesivamente grande en la mayoría de casos pero sí algo incómodo. Aunque no es que sean un tema de constante conversación, lo cierto es que gran parte de la población ha pasado o pasará las hemorroides en algún momento de su vida con mayor o menor gravedad, especialmente en la edad adulta, a partir de los 40 o 50 años. Es más común entre hombres, aunque también aparece con frecuencia en mujeres, especialmente durante los meses de embarazo.
Dos tipos distintos
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Para comenzar a hablar de las hemorroides hay que saber diferenciar entre los dos tipos, internas y externas. Las primeras se encuentran en el interior del ano y se clasifican en cuatro grados diferentes dependiendo de su gravedad, aunque generalmente producen sangrado rectal. El primero se relaciona con hemorroides normales, pero ya en el segundo y el tercer grado, cuando se va al baño, las hemorroides suelen salir del interior con la deposición pero se pueden reintroducir en el interior del recto. Ya en el cuarto grado estas hemorroides salen y se mantienen siempre fuera.
Pero entonces, ¿cómo se diferencian estas últimas de las hemorroides externas? Bien pues las externas se producen alrededor del ano y tienen un aspecto diferente a las internas de grado cuatro. Otras de las diferencias más notables es que las hemorroides externas no sangran, pero sí que pueden producir algo más de dolor anal especialmente cuando se produce un trombo, ya que hay que puntualizar que las hemorroides son dilataciones de las venas localizadas en la zona anal.
Causas diversas y síntomas concretos
Las causas de su aparición son muy variables, pero la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) apunta directamente al esfuerzo para evacuar el intestino como principal causa, que se agrava con el estreñimiento y las heces muy duras, aunque la diarrea también predispone que se generen las hemorroides. Es cierto que también existe parte de componente hereditario, así como el embarazo también ayuda a su aparición. Y ojo, que eso de irse con el móvil al baño puede no ser lo mejor, ya que pasar mucho tiempo sentado en el inodoro no es de lo más adecuado porque hace que sea más fácil que las almorranas hagan acto de presencia.
Con las causas detectadas, ¿cuáles son los síntomas principales? Pues uno ya lo hemos comentado, esa aparición de bultos notables alrededor del ano que podrían tratarse de hemorroides externas o las internas que consiguen salir al exterior. En ocasiones puede darse cierto picor en la zona o dolor, que si es muy intenso podría deberse a la coagulación en el interior y se requeriría de una valoración médica. También es frecuente el sangrado cuando se va al baño, pero es importante ponerse en manos de especialistas para realizar una colonoscopia y descartar el cáncer de colon.
De los hábitos hasta a cirugía
Ahora bien, ¿cómo es el tratamiento para acabar con las hemorroides? La SEMI menciona ciertos hábitos, como mantener una dieta rica en fibra que pueda evitar ese estreñimiento, además de beber agua con frecuencia y realizar ejercicio de forma constante. Otro de los métodos más recomendados es dar baños de asiento unas dos o tres veces al día con agua tibia sin ningún producto, ya que simplemente el calor permite mejorar la circulación de la sangre y relajar el esfínter.
En ciertos casos el especialista puede recetar algún laxante, pomadas de uso tópico o analgésicos para aliviar las almorranas. Aún así, existen ciertas técnicas para acabar con ellas en los casos más graves. El banding es uno de los métodos más utilizados, que consiste en colocar bandas de goma alrededor de la base de la hemorroide de tal forma que consigue que esta caiga. Aunque este es el mecanismo más común lo cierto es que los rayos infrarrojos y el láser se están utilizando para quemar las almorranas. La cirugía como tal, que extirpa las hemorroides, se utiliza en casos puntuales muy graves en donde otros mecanismos no han funcionado como se esperaba.
No cabe duda alguna que las hemorroides cómodas no son precisamente. Por suerte pueden combatirse siempre que se acuda a tiempo al médico para hacerlo de la mejor forma y no requerir a tratamientos más invasivos que puedan ser más molestos. Una patología que puede aparecer a cualquier edad pero con mayor prevalencia según se cumplen años.