Dicen que un amigo es para toda la vida, pero igual, en este caso, habría que cambiar el refranero para decir que un enemigo, también. Así lo cree el doctor Ian Lipkin, director del Centro de Infección e Inmunidad de la Universidad de Columbia y que en una entrevista con la sección Materia del diario El País ha dado su opinión sobre lo que nos tocará vivir con este coronavirus: "Vamos a vivir el resto de nuestras vidas con este virus; no va a desaparecer".

Lipkin no se muestra especialmente optimista durante la entrevista: "Habrá que vacunar a los recién nacidos para siempre y probablemente tengamos que dar dosis adicionales de recuerdo a los ya vacunados. Va a ser un problema recurrente. No creo que la vida vuelva a ser del todo normal", explica.

Este reputado epidemiólogo tiene, además, una dilatada experiencia contra otros tipos de coronavirus. En 2002, por ejemplo, luchó contra el SARS y participó en el desarrollo de su primer test de detección, y en 2012 también trabajó contra el MERS. Ahora, en plena pandemia por el SARS-CoV-2, el especialista trabaja con el gobierno de China para buscar soluciones rápidas de detección.

Aunque todas las esperanzas estén puestas para 2021 y la llegada de las primeras vacunas, Lipkin no cree que haya una cierta normalidad hasta el año siguiente. "Una vez comencemos a vacunar de forma masiva los niveles de infección bajarán drásticamente. Estas vacunas más la inmunidad asociada a la infección real hará que a partir de 2022 vamos a ver una reducción dramática de las muertes. Pero el SARS-CoV-2 no desaparecerá y habrá que seguir vigilando", explica para El País.

Además, Lipkin opina que la llegada de este nuevo coronavirus se asemeja al 11-S y las repercusiones que tuvo en nuestra vida diaria, como los cambios en la seguridad de los aeropuertos o la pérdida de determinada privacidad personal. En este sentido, Lipkin opina que no cree que "vayamos a volver a la normalidad anterior a la pandemia de la misma forma que no volvimos a la normalidad anterior tras el 11-S".

Con esta visión, no queda otra que armarse de paciencia para lo que nos queda por vivir en 2021 y tener las esperanzas puestas en que 2022 sea el año en el que salimos finalmente de la pandemia.