Inmunidad natural o adquirida: ¿estoy más protegido con la vacuna o tras superar la covid-19?

  • Te explicamos la importancia de la vacunación para aquellos que han superado la enfermedad

  • Los estudios hasta la fecha sugieren que la inmunidad adquirida podría ser más duradera

  • Los anticuerpos son diferentes en ambos casos y no siempre los detectan los test rápidos

La vacunación avanza a toda velocidad. Todas las comunidades están ya inoculando dosis al grupo de entre 30 y 39 años y algunas, como Canarias, Ceuta y Melilla están citando incluso a los veinteañeros. Con el objetivo de llegar a la inmunidad de rebaño a finales de agosto, Madrid empezará a poner inyecciones las 24 horas del día en los centros de vacunación masiva y el sistema de autocitas cada vez está disponible en más autonomías para intentar salvar el parón que se pueda dar debido a las vacaciones de verano. Los mayores de 50 que no tienen la pauta completa esperan a la segunda dosis, a no ser que hayan pasado la enfermedad que, en ese caso, solo les corresponde la primera. Atendiendo a esta situación, nos preguntamos qué da más inmunidad, la vacuna o haber pasado la enfermedad. Te lo explicamos.

Una inmunidad diferente

Tanto el que ha pasado la enfermedad como el que se ha vacunado frente a ella tiene anticuerpos, sin embargo, unos y otros no son iguales. Cuando una persona contrae la covid-19 su organismo genera anticuerpos moderados contra diferentes proteínas del virus. Estos tienen fecha de caducidad, de acuerdo con los estudios que se han publicado al respecto se estima que a los ocho meses desaparecen, y son del tipo IgA, es decir, que al haber pasado la enfermedad y al desarrollarse en el sistema respiratorio, los anticuerpos están presentes en la mucosa, la saliva o las lágrimas.

Por otro lado, si hablamos de los anticuerpos generados por las vacunas tienen otras características. Todas las fórmulas que se comercializan actualmente de dirigen a desactivar la proteína S es que la parte del virus que mayor capacidad tiene para activar el sistema inmunitario. Es decir, que los vacunados tienen mucha capacidad de protección contra la principal vía de entrada del virus, pero no contra las demás. Además, los anticuerpos que se generan son IgG, ya que al administrarse por vía intramuscular se encuentran en la sangre y otros fluidos. Para conseguir los mismos que los generados naturalmente, habría que hablar de vacunas que se administren aerosoles o vía intranasal, como la que está desarrollando el CSIC.

¿Cuál es más efectiva?

Para valorar qué es mejor, si la inmunidad natural o la adquirida, debemos fijarnos en lo que ha ocurrido con otras vacunas. La segunda, es decir, la que te inyectan, generalmente produce un nivel más alto de anticuerpos que si se pasa la enfermedad. Además, debemos tener en cuenta que no se generan los mismos si al pasarla se tienen síntomas o no. Según un estudio publicado en la revista Nature, al comparar casos asintomáticos y leves con sintomáticos, los dos primeros grupos vieron una reducción considerable de anticuerpos, llegando incluso al 40%, a las ocho semanas de superar la enfermedad.

De ahí que las autoridades sanitarias no excluyan a quienes han pasado la enfermedad de calendario de vacunación, aunque actualmente se les pone solo una dosis, en el caso de que la pauta sea de dos y se espera, al menos, seis meses desde que superó la covid-19. Este tiempo se guarda para intentar acelerar la vacunación de aquellos más vulnerables que no cuentan con ningún tipo de anticuerpo para hacer frente a la enfermedad.

¿Cuántos anticuerpos me proporcionan cada vacuna?

A pesar de que todavía no se conoce exactamente cuándo dura la inmunidad tras haber recibido los pinchazos, los laboratorios van haciendo sus estudios para hacerse una idea aproximada de plazos y efectividad de los anticuerpos. Un análisis serológico realizado por Pfizer en el Centro Médico Sheba, en Israel, mostró que todos los participantes vacunados (menos dos) desarrollaron entre seis y 20 veces más anticuerpos que aquellos que pasaron la enfermedad. Un resultado similar al extraído por la OMS, que indica que la cantidad de anticuerpos neutralizantes generados aquellos que recibieron dos dosis de Pfizer eran entre 1,7 y 4,6 veces más en comparación con los de personas que habían pasado la enfermedad.

En cuanto a la vacuna de Moderna, la Agencia Europea del Medicamento indica que, usando dosis de 100 microgramos, a las seis semanas se generaban entre 1,2 y 1,9 veces más anticuerpos que pasando la enfermedad y que, cuanto mayor fuese el paciente, más cantidad de anticuerpos generaba.