Si te han hecho la prueba de PCR, ya estarás familiarizado en vivir ese gran momento en el que el palito va entrando por el hueco de tu nariz y pasa por tu primer trabajo, por toda tu juventud, por la movida de los 80, los conciertos de rock, las fiestas en casas de amigos, los tebeos del Capitán Trueno, el bocata de chorizo, el primer día de cole, tu bautizo… para finalmente acabar tocando el cerebro reptiliano. ¡Vaya flashback!