Lothar Wieler, científico alemán: "La situación del coronavirus y las mutaciones dista de estar bajo control"

  • La llegada de la cepa británica del SARS-CoV-2 está poniendo aún más en alerta a los responsables contra la pandemia

  • Desde el prestigioso Instituto Robert Koch (RKI) de Alemania lanzan un aviso de que esto aún no ha acabado

  • El presidente de la institución, Lothar Wieler, se muestra pesimista y cauto respecto a la evolución de la pandemia

Un año después de los primeros casos de coronavirus en Europa y en plena tercera ola, la nueva preocupación para controlar el SARS-CoV-2 se encuentra en las mutaciones que este pueda desarrollar en los próximos meses. Por ello, desde el prestigioso Instituto Robert Koch (RKI) de Alemania no se muestran nada optimistas respecto a la evolución de la pandemia: "La situación del coronavirus y las mutaciones dista de estar bajo control", ha dicho su presidente, Lothar Wieler.

En una conferencia de prensa en Berlín Wieler aseguró que estaban "particularmente preocupados por la rápida propagación de la variante del Reino Unido, que también se conoce como B.1.1.7". "Esta variante es más contagiosa que sus predecesoras, y los hallazgos iniciales también muestran que puede causar una enfermedad mucho más grave", dijo.

"Tenemos que ser conscientes de que especialmente la variante B.1.1.7 podría extenderse aún más en un futuro próximo y dificultar mucho nuestros esfuerzos en la lucha contra la pandemia. Esta variante es más infecciosa y, en general, el virus SARS-CoV-2 se ha vuelto más peligroso", afirmó.

Todavía no son las variantes dominantes

De manera invisible al ojo humano, delante de nosotros se está desarrollando una guerra biológica de grandes magnitudes. Las cepas del SARS-CoV-2 luchan por hacerse con el control del entorno en el que se mueven, y aunque creamos que estas variantes son algo nuevo, realmente la lucha por el poder ha estado siempre ahí.

Como nos contaba la viróloga del CSIC Margarita del Val, en un principio en España predominó la cepa china, pero tras el primer confinamiento desapareció y fuimos nosotros quienes "creamos" una nueva cepa, la de Aragón y Lleida, que pronto se extendió por toda Europa. Después nos llegó una nueva variante de origen francés y, finalmente, nos ha acabado afectando la británica y lo hará la sudafricana y la brasileña.

Según Wieler, estas cepas todavía no son los dominantes, pero es de esperar que las mutaciones dificulten la lucha contra la pandemia. "Tenemos que evitar que surjan nuevas variantes", dice. "Cada vacuna es un paso en la dirección correcta, pero el virus aún no está agotado", comenta.