Mascarilla magnética: un asturiano inventa un modelo sin gomas en las orejas y que no empaña las gafas

  • El primer prototipo eran unas gafas de sol y un poco de cinta aislante, poniendo en el horizonte la creación de una mascarilla "cómoda y fácil de usar"

  • El resultado es una mascarilla rígida, que permite que no se empañen los cristales de las gafas

Durante los meses de confinamiento la pasada primavera, tuvimos algo que añorábamos desde hace años: tiempo libre. Algunos vieron películas, leyeron libros y jugaron con sus hijos. Otros se convirtieron en reposteros amateurs y se dedicaron a esos hobbys guardados en el cajón desde hacía lustros, como la pintura o la música. Incluso vimos a personas que se dedicaron a fabricar mascarillas caseras para dar a familiares y vecinos. Daniel Alagüero (47 años) es uno de se dedicaron a esta labor durante los meses más duros del Estado de Alarma. Sin embargo, su creación va más allá de la tela. La suya es una mascarilla magnética, sin gomas, que permite que las gafas no se empañen.

Rígida y con imanes

Alagüero es técnico en mantenimiento de instalaciones térmicas. Usaba una mascarilla FFP2 y ello le generaba "muchas molestias". Por ello, pensó en una idea alternativa que le venía rondando la cabeza durante los meses de confinamiento. Y llegó la mascarilla magnética, una idea en la que lleva trabajando cerca de cuatro meses, según cuenta La Voz de Asturias. El primer prototipo eran unas gafas de sol y un poco de cinta aislante, poniendo en el horizonte una mascarilla "cómoda, fácil de usar y que a su vez evite el empaño de las gafas".

El resultado ha sido una mascarilla rígida, válida únicamente para las mascarillas FFP2 para incorporar los imanes, que van en la barbilla y en la tira nasal. Con ello se consigue que la mascarilla vaya muy ajustada y no se empañen los cristales de las gafas, que se produce al exhalar el aire que hemos respirado.

Tres opciones

La mascarilla tiene tres opciones. La primera es para aquellas personas que utilicen lentes en su día a día. Es "la más cómoda", en palabras de Alagüero a Cadena SER, "porque no te aprieta en nigún momento y te protege igualmente. Su virtud es, precisamente, el magnetismo del material: "Si estás tomando algo la puedes adherir a la prenda o incluso dejarla sobre la mesa sin que tenga contacto con la superficie".

Para sanitarios

La segunda opción está pensada para las personas que no utilizan gafas, y la tercera, diseñada únicamente para el personal sanitario. "Los imanes son mucho más grandes, lo que permite una mayor estabilidad, al mismo tiempo que protege e impide que queden marcas en el rostro", explica Alagüero. De las tres funciones, a Alagüero le interesa especialmente la que va enfocada a los sanitarios. Además, ya ha anunciado que cuando se pongan a disposición del público, una parte de los beneficios deberán ir a organizaciones no gubernamentales.

Finales de año

Una vez terminado y patentado el producto, Alagüero está negociando con los inversores para llevarla al mercado finalmente. Varias empresas españolas ya han mostrado su interés, especialmente una catalana que fabrica imanes. También otra de su tierra, Asturias, cuya actividad se basa en la fabricación de Equipos de Protección Individual. El tejido, por su parte, no se modifica, sino que se le incorporan los imanes, por lo que sí está homologada. La previsión es que puedan estar disponibles para finales del añi presente.

Su mujer es parte fundamental del proyecto, ya que según cuenta Alagüero a La Voz, fue ella la que le recomendó utilizar imanes para sujetar la mascarilla sin necesidad de gomas en las orejas.