La OMS recomienda usar mascarilla en las cenas de Navidad: un virólogo explica cómo hacerlo con seguridad y cuál es la mejor

  • Estas Navidades van a estar marcadas por el uso de la mascarilla, la distancia social y el gel hidroalcohólico y son especialmente arriesgadas las reuniones con no convivientes

  • La mejor opción para limitar las posibilidades de contagio es utilizar una mascarilla FFP2, que nos protege frente a las demás personas, y no una higiénica, que solo protege a los demás

  • El virólogo Estanislao Nistal, profesor de microbiología de la Universidad CEU San Pablo, nos aporta algunas claves a tener en cuenta en el caso de pasar mucho tiempo con personas no convivientes

Ya no queda nada para Nochebuena. Una fecha para estar en familia, comer gambas y turrón, abrir regalos y comentar lo extraño que ha sido este año. Que las comidas y cenas que se vienen van a ser diferentes es algo que ha quedado claro: las reuniones serán más pequeñas y nos pasaremos las horas entre gel hidroalcohólico y mascarilla. La Organización Mundial de la Salud (OMS), en el enésimo intento de preservar las medidas de protección frente a la pandemia, ha recomendado el uso de mascarillas durante las reuniones familiares.

En concreto, según el organismo, Europa se encuentra en una situación de "alto riesgo" a la hora de sufrir una tercera ola de contagios. Es por ello que, en un comunicado, han pedido que las familias lleven mascarilla durante los días en los que se vayan a reunir con más gente, especialmente con las personas no convivientes. "Las reuniones deben realizarse al aire libre, si es posible, y los participantes deben usar mascarillas y mantener distancia física", han pedido.

Mascarillas FFP2, las más seguras

A la hora de elegir mascarilla de cara a Navidad, lo más recomendable es que utilices la FFP2. La elección es clave porque esta es la que se ha demostrado como la más segura de todas: mientras que las mascarillas higiénicas (las que suelen ser azules) protegen a los demás pero no a ti, las FFP2 te protegen a ti. De esta forma, lo idóneo sería que todos los miembros de la mesa la llevasen puesta excepto para comer, especialmente si se trata de mayores de 65 años.

Es posible que algunas de las personas con las que vayas a pasar las Navidades utilicen mascarillas higiénicas. Realmente pueden usarse. Pero siempre será mejor utilizarlas acompañadas de una FFP2. Podemos ponernos primero la FFP2 y la higiénica por encima, con lo que podremos limitar de una forma drástica las posibilidades de contagio.

Pautas de virólogo para las Navidades

Estanislao Nistal, virólogo y profesor de microbiología de la Universidad CEU San Pablo, nos hizo llegar un documento en el que daba recomendaciones a nivel general. Se explaya especialmente en el apartado de las personas no convivientes, que son uno de los mayores riesgos en estas Navidades. En concreto, Nistal aconseja:

  • Tratar de prevenir o reducir las reuniones presenciales de personas no convivientes
  • Reducir el número de asistentes lo máximo posible
  • Tomar el mayor número de medidas de prevención posibles (lavado de manos, distancia, mascarilla, ventilación), especialmente en espacios cerrados
  • Hacer las reuniones en espacios abiertos
  • Reducir el tiempo a una hora
  • En lugares cerrados, especialmente con personas de riesgo durante varias horas o días, tratar de prevenir contagios mediante aislamientos voluntarios dos semanas antes de las reuniones
  • En lugares cerrados, especialmente con personas de riesgo durante varias horas o días y no poder aislarse, considerar la realización de un test de diagnóstico
  • Tener en cuenta que los test de diagnóstico que se usen tienen una validez limitada en el tiempo. Por ello, considerar su validez en torno al día de la realización del mismo en caso de dar negativo.
  • Uso diario de test rápidos de antígenos, ya que son una herramienta útil para reducir y prevenir contagios. Especialmente si vamos a permanecer mucho tiempo con personas no convivientes.
  • Tener en cuenta que los test PCR son muy sensibles y su uso como diagnóstico preventivo puede detectar a personas infectadas en fases muy iniciales de la infección. La lentitud en los resultados de las pruebas puede dificultar una prevención efectiva de las transmisiones.