No tengas miedo a la operación de miopía: te explicamos los precios, riesgos y los tipos que hay

  • La mitad de la población será miope en 2050

  • Los precios van desde los 1300 euros hasta los 4000

Salir del mar y no ver dónde has dejado la sombrilla, despertarse y no poder dar un solo paso sin tus gafas o sufrir heridas en el tabique nasal por el roce de las monturas son solo algunos de los motivos que hicieron que Julia (54) se decidiera por la operación de miopía. "Me ha cambiado completamente la vida, y eso que solo llevo operada un par de semanas. No te devuelven la vista, te devuelven la vida", nos cuenta.

Dos tipos de operación de miopía

A Julia le han cambiado la lente intraocular, es decir, le han colocado en la retina un cristal progresivo porque, a partir de una determinada edad, los cirujanos ópticos desaconsejan el otro tipo de operación disponible, mediante láser, por una sencilla razón: al limar la córnea con láser, aunque se gana en visión lejana, se pierde en visión cercana, por lo que se podría dar el caso de que te despidas de las gafas de lejos pero tengas que llevar otras para trabajar o leer.

El entorno en el que se mueve cada persona es fundamental para determinar qué tipo de operación le conviene más. "Una de las primeras claves es valorar cuánto tiempo van a necesitar la gafa de cerca o de lejos. Si trabaja en un despacho delante de un ordenador, igual no le interesa la operación por láser, porque estaría todo el día con gafas, pero para ver de cerca", explica Fernando Contreras, especialista óptico con más de 30 años de experiencia.

La operación de lente intraocular tampoco está exenta de riesgos y también se puede perder un poco de visión cercana, como explica Julia: "me han operado y veo fenomenal de lejos y media distancia pero, de momento, no veo tan bien de cerca como antes, aunque ya me habían dicho que, para cosas muy puntuales, igual sí que debo llevar gafas de cerca".

El precio de la operación de miopía

La miopía ya está considerada como una de las epidemias del S.XXI y no es para menos: se calcula que para 2020 un tercio de la población mundial tenga este problema ocular y que este porcentaje llegue hasta la mitad de la población mundial para 2050.

Vivimos más, pero en lugares más cerrados, más oscuros, y eso nos afecta en la vista. "Si coges dos ratones del campo y a uno lo metes dentro de una caja de zapatos, aunque esta tenga luz, al poco tiempo ese ratón es miope y el otro no, porque la vista no pasa de la poca distancia que tiene. Por eso ahora hay más gente con gafas", argumenta Contreras.

La solución para olvidarse de la miopía pasa inexorablemente por el quirófano, con unas operaciones que rondan desde los 1300 euros si se hace con láser hasta los 4000 euros si es con la opción de cambio de lente intraocular. En todo caso, muchas veces el deseo de vivir sin gafas es superior a cualquier coste económico.

"En cuanto tuve la posibilidad lo hice. No me lo pensé. Me dieron la cita enseguida. El deseo más grande era quitarme las gafas. Era algo que soñaba con ello: levantarme por la mañana y que me diera igual dónde estaban las gafas, o poder ir al cine y despreocuparme de si me las había llevado o no para ver la película", comenta Julia.

¿Vuelve la miopía después de operarte?

Es uno de las principales dudas que pueden surgir cuando tomas la decisión de operarte los ojos y que los especialistas responden una y otra vez. "Imagínate una persona que se opera con 20 años y cuatro dioptrías. En ese momento estaría perfecto, pero con 30 podría volver a tener una dioptría, porque el proceso de refracción del ojo no se detiene con la operación", explica Fernando Contreras.

¿Cuál es la ventaja principal entonces? Con cuatro dioptrías eres totalmente dependiente de la gafa y, sin embargo, con una sólo la necesitas para conducir o ir al cine: la mejora en la vida es sustancial.

"La cirugía refractiva ha sido un éxito total", comenta Contreras. "Al principio los ópticos estábamos muy cabreados con este tema y ahora es un éxito rotundo, porque hemos liberado a mucha gente de tener que depender de las gafas en sus acciones cotidianas. Cuando empezó todo esto hace 30 años era muy complicado, porque la córnea se regeneraba y volvía la miopía más rápido, pero ahora ha evolucionado mucho para mejor", zanja.

Los riesgos de la cirugía

Ya has llegado a una edad en la que no tienes que temer nada, y mucho menos a una operación que está destinada a mejorarte la vida sustancialmente.

Como cualquier cirugía que se precie, esta tiene sus riesgos, pero los especialistas no se arriesgan si no lo ven claro. "Previo a la cirugía siempre se estudian valores como la presión corneal, si existen problemas de retina, de circulación o de hipertensión que pueden hacer que una operación se desaconseje. Además, siempre hay que firmar las autorizaciones pertinentes, donde se informa de los problemas que pueden surgir", explica Contreras.

La cirugía intraocular es diferente de la láser y, a juicio del especialista, "más compleja", y está casi "en un modo experimental", aunque da muy buenos resultados a nivel quirúrgico. "El éxito no es tan rotundo pero, aun así, merece la pena", zanja.

Julia confiesa que no tuvo miedo, pero sí algún reparo en la operación del primer ojo. "Siempre tienes un poco de cosilla, pero no parece que te están operando un ojo porque están con él abierto, no sé de qué manera, y ni te enteras. En el primero llegué y mi agarré mucho a la camilla, estaba muy tensa, pero luego pensé ¿qué estoy haciendo? Y me relajé para disfrutar de mi sueño", concluye.

Aunque ahora ve algunos halos alrededor de las luces directas, como la de los coches que vienen de frente, estos síntomas tienden a remitir según se va asentando la cirugía. Con los láseres antiguos sí que eran más frecuentes estos molestos halos, pero con la tecnología actual son prácticamente inexistentes.

Por último, también puede haber alguna complicación inicial con el llamado 'ojo seco', pero con un correcto estudio de la lágrima previa a la operación los especialistas suelen aconsejar el uso de un determinado tipo de gotas que ayudan a pasar este primer tramo post-operatorio.