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El Gobierno ha incluido en los Presupuestos Generales del Estado 2021 aprobados el pasado jueves en el Congreso una partida de 1.000.000 euros para el Plan Nacional de Alzheimer. La partida aparece dentro de los presupuestos del Imserso, con el epígrafe de Otros, por un importe de 1.260.000 euros. Fuentes del ministerio han confirmado a Uppers que de ese dinero, un millón irá a implementar el Plan Nacional de Alzheimer. Es la primera dotación que recibe el Plan desde su aprobación en noviembre de 2019.
Parece una buena noticia ya que la mitad de la población tendrá Alzheimer o alguna demencia si vive más de 80 años. Pero los expertos no lo ven así. Para la presidenta de la Confederación Española de Alzheimer, CEAFA (Confederación Española de Alzheimer), Cheles Cantabrana, "con eso no hay ni para empezar, qué van a hacer ¿folletos?" ¿Se va a poder invertir en apoyar al cuidador y a la familia, invertir en investigación, en formación, en mejorar la coordinación socio sanitaria...?
Pablo Martínez-Lage, es director científico de la Fundación Cita Alzheimer, y uno de los expertos que colaboró en la elaboración del Plan. "Para ser sincero esa cantidad me parece ridícula. En Inglaterra el Estado se gasta más de 20 millones de libras al año sólo en programas de investigación. Y otro tanto invierten las sociedades filantrópicas. En otros países europeos también se invierte mucho más en la investigación y tratamiento de las demencias. Ahora solo pensamos en los afectados por la Covid, pero cuando pase, el Alzheimer seguirá ahí, y seguirá creciendo en incidencia", señala.
"El abordaje de las demencias es una prioridad de salud pública y un problema social y sanitario de primer orden. Se ha convertido en la gran epidemia silenciosa del siglo XXI y en el gran reto para la sostenibilidad de cualquier sistema social y sanitario", así arranca el texto del Plan Nacional de Alzheimer. Pese a que no existen cifras oficiales se estima que en España hay más de un millón de personas con Alzheimer y otras demencias, más de dos millones de personas afectadas directamente si contamos a los cuidadores que son, en un 85% de los casos, familiares. El Alzheimer cuesta cada año 36.000 millones de euros, contando lo que cuestan los cuidados, y lo que dejan de ganar los cuidadores por abandonar o modificar sus empleos.
El millón destinado a afrontar una "prioridad de salud pública y un problema social y sanitario de primer orden" se antoja poco en comparación con los 36 millones dedicados al programa de Termalismo, o los 70 millones de euros del programa de Viajes del Imserso.
Para la presidenta de CEAFA, "Lo más urgente es dimensionar el Alzheimer y las demencias, y eso está sin hacer. Hay que hacer un registro real de las personas que tienen demencias, también se puede dedicar un poco a la sensibilización para que la gente acuda al médico, y empezar a formar a los médicos en detección temprana, con un millón poco más se puede hacer".
Martínez-Lage "daría prioridad a nivelar la desigualdad en el acceso al diagnóstico. Si te toca un hospital con buenos profesionales en Alzheimer y donde se haga investigación, tendrás más posibilidades de tener acceso a las pruebas diagnósticas que hoy en día se utilizan y obtener una diagnóstico más temprano y acertado. No puede ser que te diagnostiquen un año antes o un año después en función de donde vivas".
Actualmente 21 países europeos cuentan con una estrategia nacional, y dotan estos planes económicamente para la consecución de objetivos concretos. Nosotros tenemos un Plan, pero para llevarlo a cabo se necesitará mucho más que un millón al año. "Yo estimo que para empezar a desarrollar con éxito el plan se necesitan al menos 100 millones anuales. Poner un millón de euros es no querer hacerlo", concluye la presidenta de CEAFA, Cheles Cantabrana.
Lo cierto es que El Plan Integral de Alzheimer nació cojo, sin una memoria económica que pusiera sobre la mesa partidas específicas para lograr sus objetivos. Al Imserso le ha caído la patata caliente de poner un coste a las medidas. Los presupuestos más sociales de la democracia, como los ha calificado el vicepresidente Pablo Iglesias, no han alcanzado para abordar el Alzheimer.