Postoperatorio del injerto de pelo: todo lo que necesitas saber para cuidar tu cabello tras esta intervención

  • Son muchas las preguntas que los pacientes se hacen a la hora de pensar en hacerse un injerto capilar.

  • Tras un injerto de pelo, es necesario que cumplamos a rajatabla con el postoperatorio para no echar por tierra la operación

  • Te contamos las precauciones que hay que tener en cuenta después del proceso quirúrgico

El injerto capilar es uno de los métodos más populares para tratar la alopecia. A pesar de que en los últimos años se han ido desarrollando distintas soluciones para hacer frente a la calvicie sin pasar por quirófano, este procedimiento quirúrgico sigue siendo la opción más exitosa a la hora de revertir los síntomas de la pérdida de cabello, tal y como demuestran los numerosos antes y después de los famosos que se han sometido a este tipo de intervenciones.

Sin embargo, para que un injerto capilar nos aporte los resultados deseados no basta con dejarse el dinero en una clínica. Al contrario, después de la operación es fundamental que cumplamos estrictamente con el posoperatorio para evitar complicaciones que pueden echar por tierra el trabajo realizado. Si estás pensando en someterte a un trasplante capilar, en Uppers te dejamos una serie de cuidados que deberás seguir para recuperar tu cuero cabelludo.

¿Qué hacer en los primeros días?

Los injertos capilares son una operación quirúrgica que trasplanta el cabello del propio paciente a las zonas afectadas por la calvicie. Es un procedimiento largo, de aproximadamente seis horas con media hora de descanso, por lo que no es de extrañar que, una vez hecha la intervención, nuestro cuero cabelludo se encuentre en un estado muy sensible y delicado.

Por ello, es imprescindible que en las primeras veinticuatro horas tras la operación guardemos reposo. Es preferible que mantengamos la cinta el mayor tiempo posible y que, sobre todo, no nos toquemos la cabeza. En estas ocasiones, es normal que sintamos algún tipo de molestia, como tiranteces o picores en la cabeza o incluso hinchazones en nuestro rostro, pero no podremos automedicarnos. Al contrario, si sientes demasiado dolor, deberás consultar a tu clínica para que te recomiende un analgésico capaz de mitigar estos problemas.

Durante la primera noche, además, es preferible que duermas en una posición semierguida para no ejercer demasiada presión sobre el cabello recién colocado. Asimismo, es preferible que no utilicemos gorros y sombreros para evitar que se rocen con los injertos. A partir del tercer día, es probable que notemos pequeñas costras y enrojecimientos en la piel de la cabeza, pero no te alarmes: esto significa que los microinjertos están comenzando a cicatrizar, así que no te las arranques.

¿Qué hacer en el primer mes?

El postoperatorio del injerto capilar es un proceso que puede durar semanas. A pesar de que con el paso del tiempo podamos ir prescindiendo de algunos cuidados, es importante que durante el primer mes no realicemos ningún tipo de deporte o actividad que pueda hacernos sudar, ya que la sudoración puede provocar que el cabello no se adhiera y que el poro capilar se abra en exceso.

Igualmente, no podremos utilizar piscinas, saunas y, en verano, deberemos evitar el impacto directo del sol. Además, igual que ocurría durante las primeras horas, no podremos tocar o rascarnos el pelo para evitar infecciones o que los folículos se caigan.

¿Cómo puedo cuidar mi cabello tras un injerto capilar?

Tras un injerto capilar, es importante que seamos muy cuidadosos a la hora de lavar nuestro cuero cabelludo. El primer lavado de cabeza tendrá que realizarse 48 horas después de la intervención, y tendremos que hacerlo siguiendo todas las recomendaciones de nuestro cuerpo médico y utilizando los productos adecuados.

Además, tendremos que usar agua fría o tibia para evitar la presión. Si no, corremos el riesgo de que los folículos trasplantados se dañen o debiliten. En cuanto al secado, es importante que no utilicemos la toalla o secador y, sobre todo, que no frotemos: si queremos eliminar el exceso de agua, tendremos que ejercer una suave presión sobre nuestra cabeza y utilizar un papel absorbente.

Durante los diez primeros días, además, tendremos que lavarnos la cabeza a diario, siempre siguiendo las recomendaciones de nuestros doctores. En caso de que necesitemos peinarnos, debemos ser cuidadosos para evitar roces y tirones en el cuello cabelludo que puedan dañar con todo el proceso.

El proceso de crecimiento de pelo es largo y complicado, así que no desesperes si no ves resultados en las primeras semanas. Si sigues todas las recomendaciones, al cabo de seis meses podrás empezar a ver los primeros avances y, en cuestión de un año, notarás los resultados finales, así que ten paciencia.