24 horas en pandemia: lo que sí debes hacer y lo que no más allá de lo que digan jueces o políticos

  • El TSJM ha anulado las restricciones impuestas en la Comunidad de Madrid por parte del Gobierno central; un nuevo revés para los ciudadanos que ya se encuentran perdidos entre tanto cambio normativo

  • En Uppers hemos recopilado las prácticas que deben llevarse a cabo según el sentido común y la responsabilidad individual para cumplirlas más allá de políticos o vaivenes judiciales

Durante los meses que llevamos de pandemia, en España, los ciudadanos hemos estado expuesto a vaivenes de diferentes decisiones y la contraria por parte de instituciones diversas. El último episodio es la anulación por parte del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de la orden de la Comunidad de Madrid que, a su vez, recogía la orden del Ministerio de Sanidad. No solo en Madrid: en Cataluña, Aragón o Galicia también ha habido 'marcha atrás' judiciales sobre las restricciones, como la relativa a prohibir fumar en la calle.

Muchos usuarios las redes han comentado la decisión del TSJM con frases como "qué bien, ya podemos irnos de puente". Ante esta situación insólita de 'mareo' con las medidas, a los ciudadanos de a pie únicamente nos queda ser responsables en el día a día, independientemente de lo que digan unos y otros. Médicos, asociaciones científicas y expertos independientes llevan meses dándonos las pautas para vivir en pandemia.

Por eso, en Uppers hemos querido recapitular una vez más las recomendaciones básicas sobre lo que se debe hacer en una pandemia durante las 24 horas que tiene un día: nos ponemos en la piel de una persona jubilada, un empleado que teletrabaja y uno que hacerlo de manera presencial a su puesto de trabajo.

El día a día de una persona jubilada

Lo primero, te levantes a la hora que te levantes, has de tener muy en cuenta que la Vitamina D es propicia para fortalecer al organismo contra el coronavirus y que las personas que tienen déficit de esta vitamina en el organismo tienen el doble de posibilidades de contagiarse de coronavirus, ¿por qué no empezar el día con un buen chute de esta vitamina desayunando lácteos y frutos secos?

Si tienes que ir a comprar, recuerda que, a raíz de la desescalada, muchos grandes comercios han dejado horarios preferentes para las personas mayores de 65 años, por lo que aprovecha esas primeras horas del día en las que, supuestamente, habrá menos gente y, además, tendrás prioridad en las cajas y en las colas.

Eso sí, has de tener en cuenta un consejo de sentido común: hay que salir de casa lo menos posible, sobre todo si estás en una de las zonas con más incidencia del virus. Por eso, aprovecha la salida, siempre con mascarilla (a poder ser que no sea de tela) para hacer la compra para varios días y ahorrarte viajes. Recuerda un mensaje que han dado todas las autoridades sanitarias: el lavado de manos es fundamental, así como evitar tocarse la boca y la nariz con las manos sucias.

También se pudiera dar el caso de que tus hijos ya te estén dejando de nuevo a los nietos para llevarlos al colegio. Si es así, recuerda que, según los protocolos, hay que medirlos la temperatura corporal antes de salir de casa y si esta supera los 37,5º deben quedarse en casa y has de avisar al colegio (y a sus padres).

Es complicado pero, en la medida de lo posible, si tienes que cuidar de los nietos, intenta mantener 1,5 metros de distancia de seguridad con ellos y si no son convivientes, deberíais llevar mascarilla para evitar problemas. Toca evitar los besos y los abrazos durante un tiempo.

Por las tardes, y con los centros de ocio para personas mayores aún cerrados a cal y canto, lo más sensato es hacer la digestión con una buena siesta, sobre todo si no has podido dormir bien por la noche, algo bastante común a partir de los 60 años.

Según las recomendaciones de la OMS, es importante mantener un estado físico decente, por lo que si no puedes hacer deporte en casa, siempre puedes salir a dar un paseo a la calle cuando haya una temperatura agradable. Recuerda las medidas básicas: mascarilla, distancia física y gel hidroalcohólico después de tocar superficies.

En definitiva: prudencia, salir a la calle lo menos posible, usar mascarillas siempre en el exterior y en el interior cuando haya personas no convivientes, recibir visitas limitadas y postergar viajes y excursiones hasta que la situación mejore.

El día a día de una persona que teletrabaja

Si estás en la situación de teletrabajar, estás en la tesitura perfecta para no tener que salir de casa salvo para las cosas imprescindibles. No obstante, cuidado, porque permanecer en casa durante toda la jornada laboral y cuando esta acaba puede acarrear problemas de salud paralelos.

La sensación de soledad y aislamiento puede llevar a momentos de depresión, así que es importante saber tener otro tipo de actividades para cuando se acaba de trabajar en casa.

Lo primero que debes tener claro es que por estar en casa no tienes que alargar las jornadas de manera artificial. A las 8 horas de trabajo, si puedes, despídete de tus compañeros, apaga el ordenador y cámbiate de habitación para no tener la sensación de seguir en la misma "oficina".

Después, asegúrate de cerrar aquellas aplicaciones con las que puedas interactuar con tus compañeros y jefes, como Slack. Ten en cuenta que es la ventana que te une al trabajo, así que si la cierras podrás disfrutar de tu derecho a la desconexión con más seguridad.

Es muy posible que, en tu vida pre-pandémica, después de trabajar te fueras a dar una vuelta, a tomar algo, a ver tiendas... Ahora no es lo más recomendable si atendemos a la responsabilidad individual, pero puedes visitar miles de tiendas online y sumarte a la ola de las compras a través de internet. Además, da mucho gusto cuando estás trabajando por la mañana y el repartidor llama a tu puerta para traerte el pedido.

Por último, puedes hacer caso a la recomendación de la OMS que sugiere crear una rutina diaria en los días laborables e incluir en ella aspectos como no descuidar la higiene personal, tomar comidas saludables en horarios fijos, hacer ejercicio de forma habitual o reservar tiempo para hacer las cosas que más te gusten.

El día a día de una persona que trabaja presencialmente

Si tienes la suerte de poder ir al trabajo caminando, ten siempre presente que tienes que usar la mascarilla en todo momento tanto en el exterior como en el interior. Solo está permitido quitársela en el caso de que vayas bebiendo, comiendo o fumando por la calle (a menos de dos metros de otra persona) pero, por lo general, deberás llevarla.

No te olvides de meter en el bolsillo o en el bolso un botecito de gel hidroalcohólico. Aunque en un primer momento escasearon y salieron recetas caseras para hacerlos, hoy en día están por todos los lados, tiendas y supermercados, así que no es excusa no llevarlo. Recuerda echártelo después de haber tocado superficies. Este tipo de geles no eliminan 100% al virus, pero sí que deterioran su estructura externa de tal modo que quedan muy debilitados para infectar. Con eso y el uso correcto de la mascarilla, no deberías tener problemas en el exterior.

Si viajas en transporte público intenta, en la medida de lo posible, mantener la distancia física con otras personas. En algunos lugares es complicado o prácticamente imposible, pero al menos en los andenes de espera de los trenes y metros o en las dársenas y marquesinas de espera de los autobuses. Si vas en taxi, el uso de la mascarilla también es obligatorio.

Por último, en tu lugar de trabajo ya se deberían haber tomado las medidas necesarias para garantizar tu seguridad con el resto de tus compañeros y en los procesos que se realizan.

Una vez salgas del trabajo intenta limitar tu vida social. Sabemos que los bares son un lugar donde nos gusta estar, compartir experiencias, generar amistades, anécdotas, pero no es el mejor momento para ello. Las barras están cerradas en prácticamente todas las comunidades autónomas, y en las mesas el número máximo de comensales no suele pasar de seis. Además, hay que estar con mascarilla todo el tiempo excepto cuando se come o bebe y aplicar gel en las manos cada dos por tres.

La responsabilidad individual, la sensatez y el no tener que estar pendientes de si ahora está permitido o ahora ha dejado de estarlo es fundamental para intentar detener este virus. Sigue estando en nuestras manos, independientmente de lo que nos digan, el hacer que todo este tiempo que queda hasta que llegue la vacuna sea lo más llevadero posible. Con un poco de voluntad de cada uno se podrá conseguir.