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Los monitores de salud avanzados o dispositivos de monitorización de salud son cada vez más habituales y más perfectos. Conocidos como dispositivos e-Health o wearables de salud, sus principios básicos son los mismos: registrar variables y constantes vitales que permitan hacer un seguimiento de nuestras actividades fisiológicas y controlar aspectos básicos como el nivel de glucosa en sangre, el ritmo cardiaco o la saturación de oxígeno en la sangre.
El mercado doméstico de este tipo de dispositivos es enorme, casi tan amplio el mercado profesional. Sin embargo, la preocupación por la salud, el bienestar y el auge de la llamada internet de las cosas ha hecho que comience a darse un entorno mixto: monitores de salud avanzados que pueden permitir a pacientes crónicos vivir en sus casas, permanentemente vigilados y monitorizados y con conexión directa con los profesionales médicos. La telemedicina despega del todo.
Para los enfermos crónicos se trata de una opción que mejora su calidad de vida. Los wearables los monitorizarán durante su ingreso hospitalario, pero también después, una vez sean dados de alta, en sus hogares. En Estados Unidos, por ejemplo, ya existe Current, una banda que se coloca en el brazo para medir la respiración, el pulso, la saturación de oxígeno, la temperatura y la movilidad de un paciente. Proporciona actualizaciones continuas sobre un paciente con el objetivo de que los médicos puedan intervenir rápidamente, si los datos indican un problema emergente.
Para eso, el dispositivo ha sido 'entrenado' previamente: dispone de una base de datos con los parámetros estables del paciente y los valores a partir de los cuales hay un problema médico. Lo utilizan sobre todo enfermos con insuficiencia cardíaca y con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, dos afecciones que están asociadas con altos índices de hospitalización y con unos costes, a su vez, muy significativos.
La pandemia y el confinamiento han provocado un interés inusitado por tener una buena salud. Y el primer requisito para saber cómo estamos es medir parámetros como el ritmo cardiaco, la grasa, la glucosa en sangre o la calidad del sueño, un vector de salud y bienestar cada vez más importante. Los niños tampoco se libran de los wearables para medir, por ejemplo, la fiebre o la frecuencia cardiaca. En este mercado emergente, seleccionamos los wearables más interesantes:
Rithmi permite registrar el ritmo cardiaco las 24 horas del día. A través de una serie de algoritmos creados por Inteligencia Artificial, el dispositivo detecta casos de fibrilación auricular, una de las arritmias más comunes que pueden llegar a provocar un ictus. Este accidente cardiovascular es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres. Los datos también indican que una de cada seis personas mayores de 50 años sufrirá un ictus a lo largo de su vida y que uno de cada tres ictus se producen por fibrilación auricular.
No hace falta tener una cardiopatía. Medirse el pulso y la frecuencia cardiaca es un must entre, por ejemplo, los corredores. Hasta el momento los gadgets deportivos eran caros y poco precisos, hasta la llegada al mercado de Comfort Ant Belt, un cinturón ligero y más exacto en sus mediciones que la mayoría de sus competidores. Creado por Suunto y equipado con tecnología libre de interferencias, este pulsómetro ofrece datos reales en tiempo real por menos de 40 euros.
Esta báscula controla el peso desde tu baño, tu tablet y tu smartphone. Gracias a su conexión wifi envía los registros para elaborar gráficas de evolución del peso y de la grasa. Imposible no saber cuánto, cómo y dónde engordamos, un dato fundamental ahora que sabemos que, aunque no estemos oficialmente en sobrepeso e incluso tengamos el peso ideal, la grasa visceral y la acumulada alrededor de la cintura nos predispone a sufrir accidentes cardiovasculares, sobre todo a las mujeres.
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La misma compañía, Withings, ha creado Aura, un sensor para la monitorización del sueño que simplemente hay que colocar bajo las sábanas. Este sensor tiene la capacidad para registrar la calidad del sueño, los movimientos del cuerpo, la respiración, los ronquidos y el ritmo cardíaco. Todos los datos llegan a la aplicación Health Mate que brinda una imagen completa sobre el descanso. Además, dispone de un dispositivo adicional que se coloca sobre la mesilla de noche para registrar ruidos, temperaturas y niveles de luz. Por la mañana, el dispositivo emite una luz azul, similar a la luz del día, para que el usuario se despierte de manera natural.
La macrocompañía no podía quedarse al margen del mercado de la telesalud. Por ello, acaba de lanzar Beddit, otro dispositivo para colocar bajo las sábanas. En este caso, mejor a la altura del corazón para que pueda registrar la duración del sueño, la respiración, los ronquidos, la temperatura, los niveles de humedad de la habitación y, sobre todo, la frecuencia y las posibles alteraciones cardíacas. Apple Beddit también se conecta al Apple Watch con el fin de transmitir notificaciones e información sobre el sueño, así como recordatorios para un mejor descanso.
Con este smart watch, los pacientes con diabetes podrán controlar su nivel de azúcar en la sangre al instante, la tendencia a corto plazo o su evolución a lo largo del tiempo. PKvitality, una compañía francesa especializada en bio-wearables médicos, ha logrado crear este gadget diagnóstico con una tecnología mínimamente invasiva, ya que no necesita ninguna muestra de sangre, sino del tejido intersticial muscular con una punción que apenas se nota. Además, los usuarios podrán programar alertas a personas de confianza en caso de un episodio grave, gracias al sistema de notificaciones que se envía a través de la aplicación PK directamente a los teléfonos inteligentes.
Sí. Aún no se ponen en pie y ya llevan wearables. Hablamos de Sproutling, una banda inteligente que se coloca en el tobillo del bebé y, gracias a su sensor, es capaz de medir la frecuencia cardíaca, temperatura de la piel, movimiento y posición del niño. La smartband se comunica con una app instalada en el móvil de los padres, donde todos los datos quedan almacenados para poder elaborar patrones de salud. Otra de las funcionalidades de Sproutling también es monitorizar el sueño para saber si se ha despertado o si hay cualquier otro problema.
Este gadget puede realizar espirometrías y volcar los datos a un iPad para monitorizar la salud pulmonar. Se trata de un recurso importante para pacientes con patologías pulmonares crónicas y médicos de atención primaria porque permite realizar diagnósticos de manera remota sin necesidad de desplazamientos a hospitales o centros de salud, algo especialmente útil en épocas de pandemia.