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El Ministerio de Sanidad aprobó el pasado septiembre el uso de los test de antígenos para comprobar si una persona está contagiada por Covid 19. En ese momento, algunos expertos pusieron en duda su eficacia. Sin embargo, la segunda generación de esta prueba diagnóstica ha mejorado notablemente, hasta el punto de que permiten confirmar al cien por cien si padecemos o no coronavirus, algo muy útil en puertas de la Navidad, con celebraciones familiares a la vista. Veamos en qué consisten estas pruebas, su fiabilidad, dónde pueden hacerse y cuál es su coste.
Esta prueba mide las proteínas de la cubierta exterior del virus, llamada cápside, en nuestro organismo. La toma de muestra debe hacerla un profesional sanitario con un hisopo que entra en la cavidad nasofaríngea. Su sensibilidad (capacidad para detectar la enfermedad) es del 90,2% y su especificidad (la capacidad para detectar los negativos reales) del 100%.
En los últimos meses ha salido un test rápido de antígenos con saliva. Se trata de una variante de la prueba con hisopo. La diferencia es que la toma de la muestra puede hacerla el propio usuario, además del profesional sanitario. La desventaja es que su fiabilidad es ligeramente menor a la de la muestra nasal. La detección de antígenos mediante saliva tiene una sensibilidad del 90% y una especificidad del 95%.
La fundamental es su rapidez, similar a la de un test de embarazo. La muestra de mucosa o saliva se coloca en una tarjeta donde están los reactivos que dirán si el resultado es positivo o negativo. Si aparecen dos líneas, el contagio es positivo. Si es negativo, solo aparecerá una línea. Y todo en menos de 15 minutos. La PCR siempre exige un análisis de laboratorio, lo que puede ampliar las ventanas de contagio. Otra gran ventaja es que detectan los asintomáticos y, por tanto, son un 'cortafuegos' de la infección. Los tests de antígenos deben hacerse, fundamentalmente, a aquellas personas que no presentan síntomas. Para los pacientes con una clínica compatible con el coronavirus, sigue siendo mejor la PCR, que detecta cualquier presencia del ADN del virus en el organismo.
En este tema, hay criterios contradictorios. La Organización Mundial de la Salud recomienda hacerse este tipo de pruebas si no hay síntomas o en los primeros días de la infección, nunca después de siete días. Pasados ese tiempo, el porcentaje de error aumenta. Por su parte, la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad calificó a estas pruebas como una "herramienta rápida de diagnóstico y cribado", explicando que también eran un buen método diagnóstico entre las personas con síntomas y como elemento de prevención en centros sanitarios y educativos.
El criterio unánime es que son siempre aconsejables cuando se ha estado en contacto estrecho con un contagiado. Se considera 'contacto estrecho' haber coincidido con el contagiado a una distancia menor de dos metros durante más de 15 minutos.
Es la principal novedad de este tema. Algunas comunidades, como Madrid, Cataluña y Murcia, han pedido al ministerio de Sanidad que los tests de antígenos puedan venderse en las farmacias. El ministerio aún no se ha pronunciado y los sindicatos de enfermería se muestran reacios, esgrimiendo que la toma de la muestra nasofaríngea debe hacerse con una técnica precisa que un farmacéutico no puede realizar. Sin embargo, los responsables políticos autonómicos insisten en este tema: "sería un antes y un después en el diagnóstico del Covid", afirma Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid.
Por su parte, para la consejera de Salud de Cataluña, Alba Vergués, "cualquier herramienta que podamos poner a disposición del control de la pandemia será buena". Para Sanidad, sin embargo, el principal problema son los riesgos asociados: el que las personas con síntomas se desplacen a las farmacias, aumentando el riesgo de contagio entre empleados y clientes. Además, ante un positivo, quedaría por ver quién tiene que comunicárselo a Salud Pública, teniendo en cuenta que la Covid 19 es una enfermedad de 'declaración obligatoria urgente', según el Ministerio de Sanidad.
Se trata de un nuevo y floreciente nicho de mercado para la medicina privada. La mayoría de clínicas y laboratorios de esta índole realizan ya estas pruebas de manera presencial y en muchos casos sin cita previa. Pero si quieres tener el resultado 48 ó 72 horas antes de Navidad, sí es mejor reservar cita con antelación para evitar colapsos.
Tanto los laboratorios como las clínicas privadas también han puesto en marcha un servicio online de estas pruebas diagnósticas. En el caso de la muestra nasofaríngea, se solicita a través de la web de cada centro. El laboratorio o la clínica mandará a un sanitario a domicilio para la extracción de esta muestra.
Si se trata de un test de antígenos con saliva, el usuario puede comprar el test online. Tras recibirlo, él mismo se hará la prueba y la remitirá al laboratorio, siguiendo las instrucciones de la clínica o laboratorio.
A la oferta de estos centros privados, se suma la de los seguros de salud. Las grandes aseguradoras realizan los tests de antígenos tanto para sus asegurados (gratis en algunos casos) como para los no asegurados. En este caso, basta con llamar a cualquiera de los teléfonos de estos centros para concertar una cita presencial.
Si la rapidez es la gran ventaja de los tests de antígenos, la otra gran ventaja es el precio. A las administraciones públicas, una prueba de antígenos les cuesta 4’5 euros, mientras que una PCR puede superar los 100. Por esta razón, incluso con síntomas compatibles con el coronavirus, en los centros de salud de algunas comunidades autónomas, como la de Madrid, se prioriza el test de antígeno frente a la PCR tradicional.
En la medicina privada, la horquilla de precios es similar. Una PCR cuesta alrededor de los 125 euros. Por su parte, las pruebas de antígenos, en cualquiera de sus variantes, oscilan entre los 35 y los 45 euros.
Tendrás que avisar a tu médico y permanecer 10 días en cuarentena, aislado en una sola habitación, sin compartir espacios ni alimentos con las otras personas con las que convivas. También tendrás que avisar a las personas con las que has mantenido un contacto estrecho y estar atento a los síntomas que puedes desarrollar en esos días. Y sobre la Navidad, mejor esperar a la del próximo año.