La gripe es una de las enfermedades más comunes en España. La tasa de contagios de la gripe en España, a fecha de la semana número 11 de 2020, fue de 45,5 casos por cada 100.000 habitantes, según datos de la Red de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III. En una coyuntura en la que la Covid-19 marca la agenda, Sanidad está pensando en adelantar la vacuna para la temporada de este año.
La gripe y la Covid-19 comparten cierta sintomatología. Los dolores de cabeza, la fiebre o la pérdida de energía son algunos de los síntomas que se encuentran en ambos. La medida podría favorecer a la descongestión de los hospitales, de por sí sobrecargados y agotados tras meses de intensa lucha.
Adelantar la vacuna de la gripe podría favorecer la situación en otros dos aspectos. En primer lugar, los médicos podrían diferenciar con mayor exactitud los cuadros de gripe y de Covid-19. Además, en palabras del Coordinador de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, la medida podría reducir las personas que sufren la gripe.
En la Reunión Anual de la Asociación de Microbiología y Salud (AMYS) de 2018, los microbiólogos señalaron que el 18 % de la población española se vacuna contra la gripe.
No obstante, este hipotético adelanto en la temporada de vacunación de la gripe podría tener efectos contraproducentes en cuanto a la eficacia que pueda tener la vacuna. Al adaptarse cada año a las modificaciones genéticas del virus, la vacuna de la gripe debe actualizarse cada año. Es por ello que adelantar el periodo de fabricación podría suponer que fuera menos efectiva ante una nueva cepa de gripe.
La decisión se está considerando días después de que la OMS advirtiera de los peligros de la cocirculación de la gripe y la Covid-19. Esta circunstancia podría desembocar en una peor atención sanitaria de la Covid-19. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, también destacó la disminución del 94 % en los envíos del virus de la gripe a los centros colaboradores de la OMS, para estudiar la incidencia que podría tener este año.
Las restricciones de transporte, la sobrecarga en los laboratorios y la reutilización del personal y suministros sanitarios explica este descenso. Las interrupciones podrían tener "efectos a corto y largo plazo", según la OMS. Estos efectos podrían terminar con "la pérdida de capacidades para detectar e informar sobre nuevos virus de gripe con potencial pandémico", ha alertado el director de la organización.