{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
La viagra, tal y como la usamos ahora, se descubrió por error: primero fue usada contra la angina de pecho. Y parece que ahora sucede el efecto boomerang, cerrando el círculo. Un estudio del Karolinska Institutet sueco concluye que los hombres con enfermedades coronarias que toman Viagra, Cialis u otros medicamentos indicados para la disfunción eréctil, tienen menos posibilidades de sufrir nuevos infartos o insuficiencias coronarias e incluso viven más que los que no lo toman.
El director del estudio, Martin Holzmann y su equipo demostraron que después de tener un primer infarto de miocardio, los hombres que utilizaron estos medicamentos para la disfunción eréctil tenían un 33% menos de riesgo de morir y un 40% menos de ser hospitalizados por insuficiencia cardíaca durante un período de 3 años que el grupo que tomó placebo. La protección dependía de la dosis: cuanto más a menudo tomaba el paciente inhibidores de la PDE5, menor era el riesgo. Además fueron significativos solo en los hombres mayores, de 70 a 80 años.
Se podría pensar que se trata de un estudio pagado por alguna de las empresas comercializadoras de medicamentos contra la disfunción eréctil, de no ser porque el Instituto responsable del estudio, el Karolinska Institutet, fundado en 1810, es uno de los principales centros educativos universitarios del mundo en el campo de la medicina. También la revista donde se ha publicado, el Journal of the American College of Cardiology, tiene una excelente reputación.
Para la doctora Miriam Sandín, experta en Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) "la Viagra es un vasodilatador que dilata los arterias del pene, pero también lo hace a nivel sistémico, es decir, baja la tensión arterial y produce dilatación a nivel coronario", explica la doctora.
Este efecto vasodilatador puede causar alteraciones en la circulación sanguínea, por lo que algunos sectores científicos no lo aconsejaban para los hombres que han sufrido un infarto u otros problemas cardíacos, así como a los que tienen problemas crónicos de riñón o de hígado.
La doctora Sandín es muy clara en este sentido. "En mi opinión, si la persona ha superado un problema coronario y está sana, lo pueden usar sin ningún problema siempre que se use para mejorar las relaciones sexuales, pero no con la finalidad de aumentar la supervivencia", explica la doctora.
Sandín incluso afirma que "lo cierto es que, mientras se está bajo los efectos de estos medicamentos, la sangre llega al corazón más fácilmente en los pacientes que tienen las arterias un poco más estrechas, ya que éstas se vasodilatan y les llega mejor".
De la misma opinión es el doctor Daniel P Andersson , colega de Martin Holzmann y experto del Karolinska Institutet de Estocolmo, Suecia. "Este estudio sugiere que si un paciente que ha tenido un infarto de miocardio no tiene ninguna contraindicación, probablemente sea seguro recetar un inhibidor de la PDE-5" y añade que "esta persona tiene más probabilidades de sobrevivir más tiempo", aclaró Andersson.
Para el autor principal del estudio, el doctor Martin J. Holzmann, "este estudio valida que es seguro recetar un inhibidor de PDE5 para ciertos pacientes después de un infarto de miocardio, mientras que el pensamiento tradicional ha sido no usarlo en pacientes con enfermedades cardíacas", concluyó.
La experta de la SEC aconseja cautela ante los resultados del estudio. Los afectados por enfermedades cardiacas pueden ver en el uso del viagra o similares una panacea que resuelva sus posibles problemas de impotencia y además alarguen su vida. "Hay que ser cautelosos. No tiene sentido usar este fármaco para aumentar la supervivencia", asegura la doctora Sandín
Y hay que tener en cuenta las contraindicaciones, por ejemplo "los pacientes que usan nitroglicerina en parches o en pastilla, no lo pueden tomar. El día que te tomas la viagra no te puedes poner el parche", explica Sandín.
Cualquiera puede comprar todas las cajas que quiera de Viagra o compuestos similares en las farmacias de Gibraltar. Tanto en EEUU como en el Reino Unido se pueden comprar sin receta. Las agencias del medicamento de EEUU y Reino Unido han permitido su venta sin receta, pero la Europea no. Mucha gente opina que si se pueden tomar allí como quien toma aspirinas, debe ser lo suficientemente seguro. Para la doctora Sandín esto es un problema y "las sociedades médicas se deben postular y decir que debe primar el criterio de la comunidad científica por encima del de las agencias de medicamentos", opina.
Tomar medicamentos para la disfunción eréctil no es peligroso, incluso puede ser beneficioso en pacientes cardiacos que se encuentren bien de salud y hayan superado la enfermedad, lo que sí es peligroso es hacerlo sin consultar con el médico. Según Sandín, "estos compuestos tienen efectos no solo a nivel local, en el pene, sino sistémico. Puede que tengas otras patologías que no lo sabes y auto medicándote puedes generar problemas cardiacos. En el 40% de los casos, la impotencia es una señal de que existe alguna enfermedad arterial".
Por último la doctora reconoce que separar la paja del grano en todo lo que se publica en el campo de la salud "es muy difícil para la población general. No todo lo que se publica es cierto y lo bueno sería leer directamente de la publicación especializada", recomienda la doctora para quien, en todo lo relativo a la salud y la medicación lo más aconsejable es consultarlo con los especialistas, ya que "auto medicarse puede tener consecuencias muy negativas tanto a corto como a medio y largo plazo", concluye.