Carne roja en mayores, ¿sí o no? Sus efectos a partir de los 50

La carne roja ha sido el producto más demonizado de los últimos años. Todos recordamos la que se lio cuando Garzón dijo que había que limitar su consumo e incluso eliminarlo. Una polémica que el presidente zanjó con un "A mí, donde me pongan un chuletón al punto... eso es imbatible". En España, según el informe de consumo alimentario del MAPA, cada ciudadano consume, de media, 950 gramos semanales, casi el doble de lo recomendado por la OMS. Ahora, una investigación publicada en la revista científica 'Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology', muestra que las sustancias químicas producidas en el tracto digestivo por los microbios intestinales después de comer carne roja se relacionan con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. ¿La edad influye en esto? Te lo contamos.

A los 50, mejor reducirla al máximo

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. Ya se sabe que el riesgo de padecerlas, especialmente los infartos y los ictus, aumenta con la edad, pero también influyen determinados aspectos del estilo de vida, especialmente la alimentación y el ejercicio físico.

Por eso, los investigadores se han centrado en la ingesta de grasas saturadas y en los niveles de colesterol de los participantes. Los científicos han descubierto que comer más carne, especialmente roja y procesada, está relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica: un 22% más por cada ración diaria.

Por otro lado, el azúcar en sangre y la inflamación también se vieron afectadas por el consumo de carne roja y también están íntimamente relacionados con las enfermedades cardiovasculares. El consumo de pescado, aves de corral y huevos, sin embargo, no se relacionó significativamente con un mayor riesgo de accidente cardiovascular.

"Basándonos en nuestros hallazgos, las intervenciones novedosas pueden ser útiles para dirigir las interacciones entre la carne roja y el microbioma intestinal para ayudarnos a encontrar formas de reducir el riesgo cardiovascular", afirma la coautora del estudio, la doctora Meng Wang.

En qué se basa la investigación

Los investigadores han analizado los niveles de metabolitos, es decir, la sustancia que el cuerpo produce cuando descompone los alimentos, de 4.000 adultos. Todos ellos estaban sanos y su edad media era de 73 años. Durante 12 años y medio se les estuvo realizando análisis sistemáticos para ver la evolución y relación entre el consumo de carne y los marcadores que indican un alto riesgo de accidente cardiovascular.

Tras obtener los resultados, "es necesario investigar para comprender mejor los posibles efectos sobre la salud de la L-carnitina y otras sustancias presentes en la carne roja, como el hierro hemo, que se ha asociado a la diabetes de tipo 2, en lugar de centrarse únicamente en las grasas saturadas", concluye la autora.