Los trucos más efectivos para freír un huevo sin que nos salpique el aceite

Los huevos son uno de los productos más sanos que hay, aportan una gran cantidad de proteína animal y la gran mayoría de la grasa se encuentra en la yema por lo que si queremos algo más ligero tendremos que quitarle alguna yema. Podemos hacer cientos de recetas de huevos, como huevos cocidos (huevos duros) para una ensaladilla rusa por ejemplo o unos huevos rellenos, hacer una buena tortilla francesa o un revuelto de huevos, huevos rotos, huevos estrellados, huevos rancheros, huevos a la flamenca, huevos benedictinos existen mil maneras de comerlos y disfrutarlos.

Hoy nos centramos en el manjar de los manjares por excelencia, un buen huevo frito. Muchos de nosotros dejamos este excelente y delicioso plato para disfrutarlo en un bar o en casa ajena, pues en muchas ocasiones freír un huevo se convierte una odisea por los salpicones de aceite.

No obstante, las mejores amas de casa tiene varios trucos para que los menos entrados en materia puedan hacer unos excelentes huevos fritos sin salpicar. Lo primero que tenemos que saber es por qué ocurre los huevos fritos salpican tanto. La respuesta está en la yema, pues tiene agua. Al mezclar el agua con el aceite caliente, el agua se evapora y sale de la sartén, llevándose consigo una parte del aceite. Es en ese momento cuando se producen las temidas salpicaduras.

Tres trucos para freír un huevo sin que salpique

  1. Sal. Pon a calentar el aceite en la sartén. Cuando el aceite esté caliente, justo antes de echar los huevos, añade una pizca de sal. La sal evita que el aceite salte, ya que absorbe la humedad.
  2. Cáscara de huevo. Uno de los trucos más conocidos consiste en añadir a la sartén media cáscara del huevo que acabas de cascar y no retirarla mientras fríes el huevo. 
  3. Harina. Antes de echar el huevo, esparce un poquita de harina sobre el aceite (la punta de un cuchillo). ¡Verás como no salta nada!

¿Cómo hacer el huevo frito perfecto?

  • Para freír huevos lo ideal es contar con una sartén antiadherente que no se pegue nada y una espumadera. Si tu sartén lleva una capa de antiadherente, para no rallarlo deberás utilizar una espumadera no sea metálica. Puedes utilizar una sola sartén justa para un huevo o bien varias sartenes individuales o bien una sartén grande para freír varios huevos a la vez.
  • ¿Cómo deben estar los huevos? Que sean bien frescos y a temperatura ambiente, por lo que si los tienes en la nevera lo ideal es que los saques 1 o 2 horas antes de la nevera.
  • ¿Cuánto aceite echo a la sartén? Esto va muy en gustos, ya que hay quien los hace sin prácticamente nada de aceite (realmente no serían huevos fritos sino huevos a la plancha y también están riquísimos), aunque lo habitual es echar suficiente aceite como para que se cubran unos milímetros el fondo de la sartén o bien poner aceite de forma más abundante para que al echar el huevo el aceite lo llegue a cubrir por encima, esta es la forma más clásica de prepararlo.
  • ¿Cuánto de caliente debe estar el aceite? La teoría dice que, a unos 120ºC, así que si tienes un termómetro de cocina puedes medirlo y cuando llegue a esa temperatura bajar un poco el fuego y echar el huevo. De todas formas, es fácil saber si el aceite está en su punto ya que debe estar bien caliente pero sin llegar a humear, y se ves que humea baja el fuego y echa el huevo.
  • A la hora de cascar los huevos y para evitar sorpresas, ve cascándolos de uno en uno en un pequeño bol y de ahí échalo a la sartén cuando el aceite esté en su punto.
  • Cocina el huevo frito según tus gustos: si quieres que le salga la famosa puntilla alrededor el aceite deberá estar bastante caliente y tendrás esperar a que se forme. Además, mientras se cocina puedes ir echando el aceite de la sartén sobre el huevo con ayuda de la espumadera para que la clara se vaya cuajando.
  • Si quieres la yema líquida no lo cocines demasiado tiempo, 1 minuto o 2 pueden ser suficientes, pero si te gusta una yema más cuajada puedes echarle aceite también a ella o simplemente cocinarlo más tiempo, aunque siempre con cuidado de que no se te queme por debajo, en este caso habría que bajar el fuego para que se haga todo más lentamente.
  • Sácalo a un plato con la espumadera intentando que deje el aceite en la sartén y échale sal.