La mosca de la fruta es un insecto díptero que se alimenta de productos en proceso de descomposición, como fruta madura y verduras, aunque también se encuentra en lugares donde se produce vinagre. Esta mosca es muy pequeña, tiene la cabeza y el tórax de un color marrón claro y el abdomen más oscuro. Su característica principal son sus ojos, de un color rojo brillante.

En su edad adulta miden de tres a cuatro milímetros de largo, incluyendo las alas. Estos insectos pueden entrar a través de las grietas más pequeñas, incluso si hay mosquiteras, y aparecen en la fruta de repente, casi de manera espontánea, echando a perder algunas partes de la pieza.

Denominadas en términos científicos Drosophila melanogaster, son pequeños individuos que pueden oler la fruta podrida a mucha distancia. No proceden del interior del alimento, sino que vienen del exterior, atraídas por el aroma de las frutas cuando empiezan a estar en exceso maduras.

Ahora bien, estas moscas de la fruta solo se alimentan de la superficie del material, por lo tanto, no es peligroso cortar la parte mala del alimento y comer el resto. Dicho esto, tienen un gran potencial de reproducción, y esto es un problema para las normas de higiene de las cocinas. De hecho, las moscas hembra de la fruta pueden poner hasta 500 huevos. El ciclo de vida de estos insectos dura una semana.

La higiene en la cocina es fundamental, porque en ese espacio de la casa es donde se reproducen las moscas, sobre todo en los cubos de basura, latas vacías y trapos, restos de yerba. En el fondo, lo necesario para que se produzca la infestación es que haya una capa húmeda de materia orgánica. Como decíamos, algunos agentes contaminantes provienen del supermercado o la verdulería, mientras que otros se producen en la cocina.

Si bien es cierto, aunque las moscas de la fruta causan molestias inofensivas, hay que tener cuidado: pueden ser vectores de otras bacterias y enfermedades perjudiciales para nuestro cuerpo.

Si deseas eliminar las moscas de fruta sin utilizar químicos, una opción es fabricar trampas con ayuda de una frasco o tazón, siguiendo estos sencillos pasos:

Puedes colocar tantas trampas como sean necesarias, ya que el olor del vinagre con lavavajillas las atrae para eliminarlas. Otra solución especialmente útil para los amantes de las plantas es recurrir a nuestras amigas insectívoras, es decir, las plantas carnívoras.

También podemos optar por ahuyentarlas sin tener que matarlas, puedes utilizar la cebolla, cuyo olor hace de repelente para este insecto. Corta una cebolla por la mitad y pon una de las mitades en el frutero, o donde más se concentren las moscas, y no tardarán en desaparecer.

Como con la mayoría de las cosas, la prevención tiende a ser una medida mucho más efectiva que la eliminación. Lo primordial es mantener unos niveles de higiene óptimos, tirar la basura a diario y mantenerla tapada, además de limpiar el cubo o contenedor tan a menudo como sea necesario. Si no se quiere guardar la fruta en la nevera o en un armario, hay que mantenerla cubierta en paños de lino o algodón, que dificultarán a la mosca captar su olor o llegar hasta ella.