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Que la alimentación cambiará en el futuro es algo de lo que, poco a poco, vamos tomando conciencia. El cambio climático y la contaminación hace que en un futuro alimentos que hoy son frecuentes en el supermercado empiecen a ser cada vez más escasos. Por eso se trabaja en la alimentación de futuro, y uno de los últimos resultados acaba de ser presentado por investigadores de la Universidad de Yonsei de Corea del Sur: un arroz híbrido que lleva carne incorporada.
Puede parecer un sacrilegio, especialmente en España, donde el arroz cuenta con una gran presencia en nuestra alimentación, con la paella a la cabeza, pero en este arroz puede estar la clave para la alimentación del futuro o para determinadas situaciones específicas.
La investigación ha sido publicada en la revista Matter y los expertos que han trabajado en ello lograron el crecimiento de músculos y células grasas de vaca dentro de los granos de arroz, dando como resultado un alimento nutritivo y sabroso que, además, podría llegar a ser una alternativa proteica mucho más asequible y con una huella de carbono menor, lo que lo hace menos contaminante.
“El arroz ya tiene un alto nivel de nutrientes, pero agregar células de ganado puede aumentarlo aún más”, indica Sohyeon Park, una de las principales autoras de la investigación.
El equipo no utilizó ningún tipo de tecnología genética, sino que, aprovechando la porosidad de los granos de arroz, se introdujeron las células de origen animal en esos huecos, de tal manera que los iban rellenando. Un proceso en el que se encontraron con determinadas facilidades, como que algunas de las moléculas del arroz favorecen el crecimiento de las células animales.
El primer paso del proceso fue sembrar las células madre de grasa y músculo de vaca en los granos de arroz recubiertos de gelatina de pescado, que ayudaba a que las células se adhiriesen bien. Tras dejarlas cultivar durante una semana, se consiguió el producto final: un arroz de una tonalidad rosada.
Después de cocerlo al vapor, se hicieron varios análisis alimentarios sobre este arroz, señalando que tiene un 8% más de proteínas un 7% más de grasa que un arroz normal. También tenía un olor semejante a la carne y una textura más firme, además de haber pasado por varios controles para asegurar su seguridad alimentaria y su bajo riesgo de provocar alergias en quien lo consuma.
Todavía quedan muchos procesos por medio para que pueda comercializarse, pero el primer paso ya ha sido completado: la solicitud de la patente. En cuanto a sus bondades, en la parte sostenible aseguran que por cada 100 gramos de proteína que produzcan, el arroz híbrido libera menos de 6’27 kilos CO2, mientras que la carne de vaca libera 49’89 kilos.
Por su parte, en el aspecto económico un kilo de este arroz podría costar poco más de dos euros, siendo más asequible que la carne de vaca como tal. Ahora el equipo pretende mejorar todo lo posible el arroz híbrido para que se haga una realidad, pudiendo ser ideal para viajes espaciales, misiones militares o para el alivio del hambre.