España se queda sin los gorriones de tu infancia y se debe a lo que comemos

España se queda sin gorriones. El trino de esas aves que formaban parte del paisaje sonoro de campos y barrios hace 40 años cada vez es menos audible. Las poblaciones de gorrión común han descendido casi un 20% en nuestro país desde que SEO/BirdLife comenzó a registrar datos en 1998. El declives es más acusado en los medios urbanos que en entornos rurales y, al parecer, la causa está en lo que comemos.

Sin embargo, el gorrión común (Passer domesticus) siempre ha sido el pájaro más frecuente en medios urbanos en todo el mundo. Su adaptabilidad y su poca exigencia con el entorno lo convertían en el ave más típico en pueblos y ciudades. Pero se encuentra en declive, no solo en nuestro país, sino en toda Europa. Se estima que en los últimos treinta años, el continente ha perdido el 60% de sus poblaciones.

Más allá del desarrollo urbanístico desmesurado, hay otros factores como la contaminación atmosférica, el exceso de ruido o la falta de espacios para construir sus nidos que explican su progresiva desaparición, pero ahora también se apunta a otra causa antrópica. Un estudio reciente elaborado por investigadores españoles ha concluido que el cambio de la dieta humana y la irrupción de la 'comida basura' podría ser una variable clave.

La costumbre de estas aves de aprovechar los restos de comida de los seres humanos afecta negativamente a su salud, en concreto a su condición corporal y a su fisiología nutricional, induciendo, en algunos casos al estrés oxidativo a pesar de la ausencia de contaminación ambiental.

Los investigadores observaron que la dieta a base de bocadillos les provocó a estos pájaros anemia y desnutrición. Asimismo, identificaron que una dieta a base de alimento para gatos supuso un aumento de los indicadores de estrés oxidativo y el catabolismo proteico. "Se sabe que la comida basura tiene consecuencias similares en los humanos y estos resultados son un ejemplo claro del papel que tiene el gorrión común como bioindicador", concluye SEO/BirdLife en un comunicado.

Efectivamente, su abundancia, sensibilidad a los cambios y rápida respuesta a la contaminación convierte al gorrión en un excelente indicador biológico, de modo que el declive de su especie evidencia un empeoramiento del estado de salud del entorno. "Lo que le pase al gorrión común debería servir como aviso de lo que le puede pasar a las personas que viven en los entornos urbanos; y las noticias no son buenas", añade SEO/BirdLife.