La letra pequeña de los cosméticos: ¿es recomendable guardarlos en la nevera?


En los laboratorios de cosmética formulan los productos para que se conserven a temperatura ambiente
Junto al modo de uso, la letra pequeña indica cómo se debe mantener cada cosmético
Lo más importante es que no sufran cambios bruscos y mantenidos de temperatura
Dando una vuelta por las redes sociales nos han empezado a saltar anuncios y post de influencers contando maravillas de unas neveras ínfimas para el baño o la habitación. Según detallan sirven para conservar los cosméticos en frío. En Uppers nos han surgido dudas sobre dónde guardar los productos faciales y sobre todo qué productos faciales se refrigeran, así que hemos investigado al respecto.
La primera recomendación es comprobar la letra pequeña de cada producto para el cuidado del rostro porque si necesita conservarse en frío lo tiene que indicar bien claro. Ciertos cosméticos están elaborados con formulaciones que no son autoestables o su frasco no se ha diseñado para asegurar su perdurabilidad. Pero no es lo habitual en absoluto. Casi la mayoría de ellos se mantienen en perfectas condiciones independientemente de los factores externos.
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Temperatura ambiente
En líneas generales, los laboratorios comercializan formulaciones que se mantienen estables a temperatura ambiente dentro del baño o en una habitación, que oscila entre los 24 y los 26 grados. Por tanto, la segunda recomendación es guardarlos en un armario cerrado lejos de fuentes de calor como, por ejemplo, un radiador.
Es importante que no haya cambios bruscos de temperatura mientras permanecen abiertos. De este modo, cuando en verano hace demasiado calor dentro de casa y se superan esos grados, muchos expertos apuntan que sí sería buena idea introducir la cosmética facial en la nevera, ya sean cremas, sérums o contornos de ojos. También puntualizan que a partir de ese momento tendrían que permanecer en el frigorífico toda la estación para no romper la cadena de frío y alterar su fórmula.
Algunos especialistas sí son partidarios de conservar los cosméticos faciales siempre en nevera, cualquiera que sea la estación del año y aunque el fabricante no lo indique. Más en concreto aquellos con propiedades tensoras o tonificantes. Ponen como muestra los productos reafirmantes; explican que el frío ayuda a cerrar los poros y contrae, por tanto, contribuye a que se intensifiquen las cualidades de las fórmulas.
Maquillajes y contornos
El campo de los maquillajes es distinto. Muchos de ellos parten de una base de aceites que cristalizan a bajas temperaturas, con lo cual, aconsejan guardarlos en un neceser o dentro de un mueble en el baño o en el dormitorio. Nunca en frío.
Por otro lado, en relación al cuidado del contorno de los ojos, el frío descongestiona la zona cuando se tienen bolsas u ojeras debido a que favorece la microcirculación y hace que desaparezca la inflamación. Así, la tendencia sería guardar estos productos en la nevera. No obstante, sucede lo mismo que con el resto de la cosmética, solo es necesario si lo indica el fabricante. Los contornos ya incluyen un roll-on o una base metálica, por ejemplo, de aluminio, que aplicado bajo los ojos produce un efecto frío o un frescor suficiente. También incorporan en su fórmula cafeína, té negro o hesperidina para descongestionar.
Un enemigo: el sol
Además de los consejos en cuanto al uso de la nevera, los expertos insisten en dos puntos básicos. El primero es que nunca deben dejarse los cosméticos al sol. Así que presta atención a qué sucede en tu baño o en tu dormitorio cuando subes la persiana porque el calor del sol puede alterar e incluso estropear las fórmulas. Como hemos dicho al principio, lo mejor es guardar las cremas en un armario lejos de cualquier fuente de calor. Lo segundo es seguir las indicaciones de los laboratorios en cuanto al tiempo de apertura recomendado y no utilizarlas pasado ese plazo.