Desde que comenzó la pandemia, hemos estado sometidos a cambios continuos en nuestra vida y una serie de desastres naturales y conflictos armados que han puesto en jaque nuestra salud mental. Pero si algo podemos sacar positivo de los dos últimos años de nuestra vida es la normalización de los tratamientos psicológicos y la conciencia colectiva de su importancia. Perder el miedo al qué dirán se ve reflejado en el último estudio presentado sobre el tema y elaborado por Sigma Dos junto con la plataforma TherapyChat, que analiza el bienestar emocional de la población española. El informe, que ha contado con una muestra de más de 1.000 personas de diferentes sexos, edades y repartidas geográficamente, desvela que una de cada dos personas residentes en España posee un estado emocional mínimo o regular.
Son las mujeres las que registran peores. Un 44,2% de las encuestadas que afirma situarse en las categorías más desfavorecedoras de su estado anímico – regular, malo o muy malo - frente al 34,9% de los hombres. Sin embargo, por grupos de edad, los uppers se muestran más estables, la inmensa mayoría de los mayores de 65 años asegura estar en un estado emocional bueno.
No obstante, la situación lejos de mejorar, empeora. El 43,3% de la población asegura que su estado actual es el mimo que hace un año, pero un 30,6% afirma que es incluso peor. La preocupación y el cansancio son las principales emociones que han descrito los encuestados y son especialmente frecuentes en las mujeres y los grupos de edad jóvenes junto a la tristeza, el desánimo, el nerviosismo y la ansiedad.
En el último año, más del 50% de los españoles declara haberse planteado acudir a algún profesional de la psicología recientemente, principalmente empujados por su estado emocional general y por experimentar ansiedad o depresión. Entre el resto de los motivos que les hacen plantearse la búsqueda de terapia, se encuentran otros problemas de salud personal, problemas familiares o sociales, laborales, de pareja, económicos o una situación de desempleo o ERTE, por este orden. El problema sigue siendo la falta de psicólogos en la atención primaria y es que cerca del 10% de los que no acuden a terapia, no lo hacen por falta de recursos económicos.
“Las conclusiones que se desprenden de este estudio evidencian lo que desde el inicio de la pandemia era un secreto a voces: el bienestar emocional de los ciudadanos españoles ha empeorado en los últimos años provocando que más de la mitad de ellos ya se haya planteado acudir a terapia en alguna ocasión. Pero, además, los datos obtenidos nos dejan otro aspecto que es aún más destacable y que sitúa a los trabajadores de este país al borde de la pobreza emocional. Con porcentajes muy altos de empleados que se encuentran sobrepasados o que experimentan emociones negativas en su entorno laboral”, explica Alessandro de Sario, Co-Fundador y CEO de TherapyChat.