"Mi hijo es PAS": ¿cómo entender mejor a los jóvenes con alta sensibilidad para ayudarles en sus relaciones?

  • María F.S., madre de una joven PAS: "Se excede para lo bueno y para lo malo, por eso buscamos ayuda profesional"

  • Manuela Pérez-Chacón, psicóloga, asevera que es importante procurar no cambiar ni dirigir la personalidad de estas personas

  • "Es necesario atender a sus quejas de manera adecuada, ni ignorarles ni darles por perdidos", indica la experta

Hasta hace muy poco no se conocía nada acerca de la alta sensibilidad, un rasgo de la personalidad, en los individuos en nuestro país. ¿Sabemos verdaderamente a día de hoy qué supone ser una persona altamente sensible (PAS) y cómo se relacionan con su entorno? Hablamos con la primera española certificada como psicóloga especializada en Alta Sensibilidad y conocemos el testimonio de una madre con una hija PAS.

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Aproximadamente el 20% de la población es PAS. En los 90, Elaine N. Aron, psicóloga y persona altamente sensible, dio forma al concepto 'Highly Sensitive Person'. La experta ofreció recursos desde su libro 'El don de la sensibilidad' (Ediciones Obelisco) para ayudar a personas con esa cualidad o a aquellas que cumplían con algunas condiciones y se sentían extraños, pero aún no sabían el motivo. "La mayoría de las personas, lo admitan o no, tienen probablemente una faceta altamente sensible que termina emergiendo en determinadas situaciones", señalaba en su libro la experta.

María F.S., enfermera en Madrid, tiene una hija de 19 años, Mónica, estudiante universitaria y PAS. Manuela Pérez-Chacón, psicóloga especializada en personas altamente sensibles y presidenta de la Asociación Española de Profesionales de la Alta Sensibilidad-PAS España la está tratando. María apunta que está muy orgullosa de su hija y destaca que de ella que es muy observadora, buena, responsable, cariñosa y trabajadora cuando está bien de ánimo.

“Mi hija tiene muchas cosas buenas, pero frecuentemente me agota y no sé cómo llevarla, por eso buscamos ayuda profesional. Mónica es muy exagerada y autoexigente para todo. Se excede en algunos aspectos, para lo bueno y para lo malo. Desde pequeña agradece cualquier cosa muchísimo y ofrece o reclama mucho afecto, pero también es muy dramática cuando las cosas no le van bien o algo no sale como ella esperaba. Puede estar súper feliz, abrazándonos y besándonos continuamente, o pasarse días llorando y lamentándose por cosas insignificantes”, describe esta madre.

Y prosigue: “Con sus amistades es una odisea, ya que es una chica que al principio no cae bien, siente rechazo y piensa que nadie la quiere, que es diferente o que no encaja. No obstante, tiene buenas amigas de toda la vida, las que la conocen en profundidad y la adoran”.

 La psicóloga aclara que este rasgo de la personalidad (hereditario), que no un trastorno ni una enfermedad, supone tener mayor emocionalidad, empatía, perfeccionismo, imaginación y sensibilidad que otros. Las PAS se ven más influenciadas y saturadas por el entorno y les supone una dificultad adaptarse a los cambios.

Su contacto con el entorno

Pérez-Chacón, coautora de: '¿Eres Altamente Sensible? Descubre todas las claves', y 'Salud Mental y Alta Sensibilidad', publicados en 2021, refiere que los jóvenes altamente sensibles se muestran diferentes (y todos los somos por algo) por:

  • Comportamientos pausados o prudentes.
  • Pensamientos intensos.
  • Conductas exageradas en contextos de confianza cuando se disparan sus emociones.
  • Mayor ensibilidad a algún estímulo sensorial, como luces, olores o texturas y reclamar una atención especial en su círculo de confianza.
  • Búsqueda de complicidad e intimidad en sus relaciones sociales. En muchos casos, no saben seleccionar con qué tipo de personas se pueden alcanzar ese nivel de familiaridad.

Pautas de experta

Cuando en la familia hay una persona altamente sensible, la experta Manuela Pérez-Chacón recomienda a padres y familiares:

  • Respetar la naturaleza sensible de estas personas y evitar cambiar sus decisiones. Asimismo, no asociar sensibilidad con debilidad
  • No cambiar ni dirigir su personalidad. Sí se les puede ofrecer opciones para que se sientan parte determinante en algunas decisiones.
  • Confiar en los jóvenes PAS y no sobreprotegerles ya que suelen ser personas analíticas, responsables, con una considerable inteligencia emocional y cognitiva y bastante sentido de la justicia.
  • Atender sus quejas de manera adecuada, ni ignorarles ni darles por perdidos.
  • Ayudarles a poner límites y a decir “no”, para que no lleguen a un punto dañino, ya que luego se sienten culpables.
  • Cuidar su autoestima y evitar comparaciones.

 Por otra parte, en sus relaciones con amigos y en la escuela existen también algunas recomendaciones:

  • Se les puede entrenar en asertividad, ya que suelen ser pasivos en este tipo de contactos, se conforman o no les gusta el conflicto.
  • Cuando no soportan la presión en un grupo y se sienten incómodos, pueden alcanzar el extremo agresivo.
  • Pueden sobreestimularse y agobiarse procurando hallar un lugar más tranquilo y necesitar su espacio.
  • Pueden convertirse en víctimas de acoso escolar por parte de sus compañeros por lo que precisan de un clima de comprensión y soporte.
  • El contacto con la naturaleza puede resultar un gran aliado ya que les hace sentirse bien.