Memoria, lenguaje o lógica: juegos para abuelos y nietos juntos que estimulan diferentes partes del cerebro

  • La estimulación cognitiva que se produce al jugar al parchís o al hacer un crucigrama puede favorecer el control de patologías crónicas, como el alzhéimer

Verano y familia suelen ir unidos. Este año el coronavirus nos impone una distancia social y un protocolo de higiene estricto, pero eso no impide que siga habiendo una convivencia estrecha entre generaciones. Abuelos y nietos pueden ayudarse mucho: los más jóvenes aprenderán habilidades emocionales, como la paciencia, la empatía o el sentimiento de pertenencia al núcleo familiar.. Para ello, no hay que recurrir a recetas médicas o sofisticados aparatos. Un tablero de parchís puede ser terapéutico. De hecho, son una excelente alternativa de ocio que nos ayudan a mantener un cerebro sano, según la Sociedad Española de Neurología.

Juegos de mesa: mejora de memoria, lenguaje y percepción, y protección contra el alzhéimer

Una partida de parchís, de dominó o de cartas puede ser de gran ayuda a la hora de favorecer la estimulación cognitiva porque implica poner en marcha competencias como la memoria, el lenguaje y la percepción. Por esta razón, este tipo de juegos suelan usarse también como métodos de prevención en el tratamiento de algunas demencias.

"Hay estudios que señalan los beneficios que aportan los juegos de mesa a la salud física, social y afectiva de las personas mayores, ya que, a través de ellos, se mejora el estado de ánimo, la satisfacción personal, se ejercitan las habilidades cognitivas, se combate el estrés y la depresión, se eleva la autoestima y se disminuye el sentimiento de soledad. Y si se realizan con los nietos y ambos se divierten, aún mejor", explica David Curto, responsable de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.

Los juegos de mesa también se pueden emplear también de forma terapéutica en algunas enfermedades neurológicas como el alzhéimer o en casos de ictus. En este caso, deben adaptarse a las necesidades del paciente y tienen como objetivo la estimulación cognitiva y establecer un vínculo más cercano entre enfermo y terapeuta. Un estudio de 2003 publicado en el New England Journal of Medicine sobre la incidencia del juego para prevenir la demencia demostró que las personas que participan en juegos de mesa tienen un 75% menos de riesgo de desarrollar alzhéimer u otras demencias.

Sopa de letras, sudokus y crucigramas: ejercicios de concentración, flexibilidad mental y lógica

Además de los juegos de mesa, hay oros pasatiempos que permiten desarrollar la inteligencia lógica. Por ejemplo, la sopa de letras permite trabajar la atención y la concentración. Los laberintos resultan útiles para trabajar las habilidades de planificación o resolución de problemas y los sudokus ejercitan el cálculo, la lógica, la memoria, la planificación y la paciencia.

¿Y qué ocurre con el gran clásico de los pasatiempos: los crucigramas? Los crucigramas desarrollan las habilidades lingüísticas, como la memoria semántica, el vocabulario y la flexibilidad mental. Por su parte, los juegos de cartas o búsqueda de semejanzas entre parejas de imágenes trabajan la observación, la memoria y la capacidad de establecer relaciones o patrones, algo básico en el pensamiento lógico.

Nuevas tecnologías contra el deterioro cognitivo: formación online

Los juegos de mesa con los nietos o los pasatiempos no son los únicos que van a ayudar a nuestros mayores a mantener sus capacidades mentales. Las nuevas tecnologías también ayudan a evitar o retrasar el deterioro cognitivo. Los videojuegos, por poner un solo ejemplo, pueden convertirse en grandes aliados del envejecimiento activo, que debe incluir tanto ejercicio físico moderado como actividad mental.

"Todo lo que nos entretenga y nos haga trabajar la mente nos sirve para que siga en forma, como aprender un segundo o tercer idioma, que mantiene el cerebro ágil. A veces se tiene la idea errónea de que no vale la pena aprender cosas nuevas en la vejez, pero a partir de los 40 años se empieza a perder memoria y velocidad de procesamiento y, para retrasar estos síntomas, lo mejor es mantener esa curiosidad y capacidad de aprender cosas", afirma este experto. En la actualidad, es posible cursar estudios de toda índole, incluidos los universitarios a través de las distintas vías online. Destaca entre ellas la oferta formativa UNED Senior y otras plataformas especializadas en cursos online preparadas para dar respuesta a cualquier demanda.

Antes de apuntarse a cualquier curso, es necesario informarse bien del tiempo requerido, la entidad que lo imparte, los requisitos técnicos de la formación (chats, Skype, documentos compartidos…) y el título que vayamos a conseguir. La ayuda de los nietos se hace en este caso imprescindible. Fuera de la enseñanza superior, existe una amplia oferta de talleres y cursos de diversa índole que también ayudan a mantener a tono las capacidades cognitivas: cultivar un huerto, hacer un curso de cocina y asistir a clases de baile, de música, de dibujo y pintura o de teatro nos mantendrá activos y generará un espacio de bienestar, especialmente cuando son materias que siempre nos han interesado.

Ejercicio físico, valioso incluso en pequeñas dosis

El ejercicio físico diario, adaptado a las condiciones de cada persona mayor, también contribuye al envejecimiento activo y al mantenimiento de hábitos de vida saludables, algo aún más deseable si se convive con nietos. Pasear por la orilla del mar o jugar en la piscina o en un espacio verde les permitirán mantenerse en forma y disfrutar de un tiempo de calidad.

Por último, hacer excursiones o pequeños viajes, siempre adaptados al estado físico y de salud de las personas mayores, es fuente de bienestar. Muchos expertos, de hecho, sitúan las actividades de ocio, entre ellas desplazarse de lugar para conocer nuevos entornos, como algunas de las situaciones de satisfacción vital más valoradas entre las personas mayores.