Pareja, trabajo, hijo adolescente: las soluciones del psiquiatra Enrique Rojas a los problemas que te agobian

  • Acaba de publicar un nuevo libro y continúa su labor como uno de los psiquiatras más reputados de nuestro país. El doctor Enrique Rojas comparte su experiencia con los lectores de 'Uppers'

He perdido el empleo a los 54 y nadie me quiere contratar. Mi hija adolescente hace de la convivencia en casa un infierno. Tras 30 años de matrimonio se nos rompió el amor. Me jubilo y no sé qué hacer con mi vida... Con la madurez llegan nuevos problemas a los que debemos enfrentarnos y no siempre disponemos de las herramientas más adecuadas para ello. Nos hemos sentado en el diván del catedrático en Psiquiatría y Psicología Médica Enrique Rojas, autor de 'Todo lo que tienes que saber de la vida' (Espasa), para presentarle alguno de los traumas que más afectan a los que peinamos canas, y estas son sus recetas para superarlos.

Beatriz, 54 años

Tres hijos pequeños, hace cuatro años perdió el empleo y lleva dos años con trabajos esporádicos. Está perdiendo la confianza en sí misma. ¿Cómo puede fortalecer su autoestima?

Doctor Rojas: Lo primero que le diría a Beatriz es que busque lo que yo llamo 'la visión larga de la jugada', que mire hacia adelante y en perspectiva. No es fácil volver a empezar a los 50 o a los 60 años, pero el mundo ha cambiado muchísimo. Hace 20 años a la señora de 60 se le llamaba anciana, hoy la esperanza de vida está en los 85 años y cuando ella llegue a esa edad, lo hará en muchas mejores condiciones que como se llega ahora. Hay que ser capaz de diseñar esta parte de la vida profesional dándole una orientación nueva, más positiva, más actual, más moderna. Debe poner en el empeño toda su voluntad, es decir, toda su capacidad para ponerse unos objetivos concretos e irlos alcanzando gradualmente. La voluntad se trabaja día a día para conseguir, no lo que te pide el cuerpo, sino lo que es mejor para ti, y para eso hace falta motivación. Tres hijos son una motivación insuperable. Con motivación, una voluntad bien entrenada y constancia, se puede conseguir cualquier cosa.

Jesús, 65 años

42 años trabajando en la misma empresa y ahora se jubila. Tiene vértigo porque no sabe cómo ocupar todo el tiempo que tiene libre.

Doctor Rojas: La felicidad consiste en ilusión, quien no tiene ilusiones está viejo, y la ilusión no depende de la edad, sino de los objetivos por cumplir. Yo me he encontrado a mucha gente de 30 años vieja, y a gente de 80 años llena de vida. Hay que tener siempre objetivos por cumplir, metas, retos, planes, y el que no los tiene, entra en la desmotivación y en la depresión, y la vida se vuelve insípida, sosa, vacía, hueca, sin contenido. El primer trabajo que tiene Jesús por delante es encontrar qué proyecto va a poner en marcha, y si ese proyecto contribuye a la felicidad de otros, mejor. Hay más alegría en dar que en recibir.

Begoña, 53 años

Tiene una hija adolescente que genera conflictos continuos en casa. ¿Cómo puede gestionar las tensiones que se producen?

Doctor Rojas: Educar es convertir a alguien en persona, seducir con los valores que no pasan de moda. Con una adolescente rebelde hay que hacer lo que decían los clásicos, ser fuerte en el contenido y suave en la forma. Y predicar con el ejemplo. Los padres no podemos pretender que los hijos practiquen cosas que nosotros no hacemos. En el mundo clásico se distinguen dos conceptos, 'potestas' y 'auctoritas'. 'Potestas' es el que tiene poder, el que está mandando y puede darte algo que tú necesitas. En cambio 'auctoritas' es el que te ayuda a crecer como persona, el que saca lo mejor de ti porque aceptas sus enseñanzas de manera natural. Hace falta que esa joven sea capaz de buscar alguien que le conduzca a lo mejor y tenga autoridad sobre él, modelos de conducta en los que fijarse. Según la educación que reciban, los hijos se convierten para los padres en una recompensa o en un castigo. Educar es acompañar, ir con alguien, es una tarea de artesanía que no se puede hacer de forma brusca o inmediata, es una tarea lenta, gradual, progresiva y sucesiva.

Carlos, 63 años y Paula, 61 años.

Su vida en pareja no va bien desde que los hijos han salido de casa. Se ha abierto un abismo entre ellos y están pensando en separarse.

Doctor Rojas: El amor tiene un alto porcentaje de artesanía psicológica, pero hay una base que no debemos olvidar, para estar bien con alguien hace falta estar primero bien con uno mismo. El amor cuando llega puede ser ciego, pero cuando se va es muy lúcido, y sabe dónde puede hacer más daño al otro. A Carlos y a Paula les contaría algunas reglas de oro para que la alquimia del amor funcione.

  1. El amor hay que trabajarlo a base de detalles pequeños y positivos, lo que en psicología moderna se llama intercambio de conductas gratificantes. Esto evita entrar en la rutina, que es el enemigo mortal del amor que se lleva todo por delante.
  2. No sacar nunca la lista de agravios del pasado. El amor se perfecciona con el perdón. Perdonar y olvidar es perdonar dos veces.
  3. Evitar discusiones innecesarias. Rara vez de una fuerte discusión sale la verdad, pues suele servir más de desahogo y catarsis con acusaciones y agresiones verbales que dejan una huella dolorosa y un sabor a derrota.
  4. Conseguir habilidades en la comunicación interpersonal, cuidando el lenguaje verbal, el no verbal y el subliminal. No hablar nunca de separación, nunca es nunca, ni como amenaza ni como desahogo.
  5. Alcanzar una sexualidad positiva, evitar todo lo que suene a monotonía y fomentar la comunicación y el diálogo al respecto.
  6. Evitar horas o días sin hablarse. Si llega esa circunstancia tras una discusión, hay que ser generoso y romper la distancia con un gesto o una palabra acertada que reinicie el diálogo.
  7. Combatir la tendencia a corregir al cónyuge ni en privado ni mucho menos en público.
  8. Valorar los hechos con ecuanimidad, con moderación, no convirtiendo los problemas en dramas históricos.

Eugenio, 62 años

Reúne las peores circunstancias: parado de larga duración, con tres hijas adolescentes, la relación con su mujer va de mal en peor y piensa si merece la pena seguir viviendo así.

Doctor Rojas: A Eugenio le hablaría de la resiliencia. Es una rama de la psicología moderna que significa resistencia a la adversidad, aprender a soportar situaciones duras, de gran dificultad y ser capaces de crecerse ante las dificultades y no hundirse. La teoría es que, por muy mal que lo estés pasado en tu vida, por muchos traumas y adversidades que hayas tenido, tu futuro no está escrito, puedes cambiarlo, y ese es el verdadero reto. Hay cinco fórmulas para desarrollar la resiliencia. Por una parte, hay que confiar en el círculo protector, rodearse de personas que desprendan afecto, ternura, comprensión... Ese contacto humano es decisivo. Por otra, volcarse con los demás y olvidarse de uno mismo, es una estrategia no fácil, pero muy eficaz. Además, tener objetivos concretos, pocos, realistas y bien delimitados, y luchar a fondo por incorporárlos en la conducta propia. Por otro lado es esencial tener modelos de identidad positivos, que tiren de esa persona y que quiera imitarlos. Y por último, superar las heridas del pasado y sacarle partido a las oportunidades cuando aparezcan.