“En mi época no había móviles. Te veías cara a cara con los colegas en el parque o los recreativos”. ¿Cuándo eras un adolescente te pasabas la tarde entera jugando al Risk o leyendo ‘Crimen y castigo’? “Nuestra adolescencia y la de ellos no es la misma. No tiene nada que ver”, señala el psicólogo Nacho Coller. Es un error clásico en el que los padres siguen cayendo generación tras generación: pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Por si lo habías olvidado, durante la adolescencia se producen numerosos cambios en un corto periodo de tiempo que provocan ciertos conflictos en la relación con uno mismo y con los progenitores. Aunque a veces pueda ser difícil, hay tensiones que se pueden evitar; tú también has sido adolescente. En el vídeo, una breve guía para sobrevivir a esta etapa y que la relación con tu hijo salga reforzada.
Los adolescentes están cada vez más enganchados a sus smartphones y a los videojuegos. No hay duda de que las nuevas tecnologías también ha transformado la comunicación en el ámbito familiar. De hecho, según el barómetro de ‘The Family Watch’, el 62,5% de las familias considera que la comunicación entre padres e hijos ha empeorado en la última década. Además del excesivo uso de las tecnologías, los problemas que suelen ocasionar mayores enfrentamientos siguen siendo los horarios, la responsabilidad en las tareas del hogar, los aspectos relacionados con el ámbito académico o el consumo de alcohol u otras sustancias.