"Tengo 63 años, soy viudo y busco amigos": la soledad no deseada, un problema en aumento que se puede evitar

  • El anuncio de un hombre viudo que busca amigos para combatir su soledad ha enternecido a las redes sociales

  • La soledad no deseada ha sido calificada como una cuestión de salud pública por parte de la OMS

  • Con la pandemia el porcentaje de personas que se sienten solas ha aumentado y lo seguirá haciendo en los próximos años

El último año y medio ha traído mayor soledad a la población debido a la pandemia provocada por la covid-19. Menos vida social, el miedo a un contagio o las restricciones han hecho que se salga menos de casa, afectando a las relaciones personales, en especial en personas de mayor edad, los más vulnerables ante el virus. En estos días se ha vuelto viral un tweet que señalaba el anuncio de un hombre que buscaba amigos. "Hola, tengo 63 años, soy viudo, estoy bien de salud y activo, busco amig@s para salidas a cenar, hablar, pasear, hacer senderos y actividades propias de la edad", contaba en la publicación el hombre que busca abandonar su situación de soledad no deseada, también conocida como 'la pandemia silenciosa'.

Rápidamente las redes sociales se llenaron con mensajes de cariño hacia el hombre, así como otros que señalaban el problema de la soledad a partir de determinada edad e incluso el miedo que algunos jóvenes exponían a verse en esa situación en un futuro. Como expone el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el propio ministerio de Derechos Sociales, según datos de 2019 más de dos millones de españoles mayores de 65 años vivían solas, casi la mitad de este sector de la población.

Un problema de salud pública según la OMS

Tal y como señalan estas instituciones, si bien la soledad elegida no supone un problema al ser elección del propio individuo, la soledad no deseada sí que repercute de forma negativa en la persona, una situación en la que el ministerio no solo engloba a aquellos que viven solos, también a quienes aún viviendo en compañía se sienten solas por falta de conexión con el ambiente y el núcleo que les rodea. Además, pese a ser un problema que principalmente se encuadra en personas adultas o mayores, la soledad no deseada es "susceptible de afectar a personas de todas las edades".

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha declarado la soledad no deseada como un problema de salud pública debido a sus efectos sobre la salud de las personas, que no solo se engloban en el aspecto mental, como la depresión, también en el físico, ya que puede provocar pérdida de movilidad, enfermedades cardiovasculares e incluso mortalidad temprana.

El porcentaje sigue creciendo

Según un estudio de la Comisión Europea publicado en julio, desde el comienzo de la pandemia hasta ahora el porcentaje de españoles que afirman sentirse solos ha aumentado en gran medida, creciendo de un 11'6% hasta un 18'8%. Por eso mismo, mientras se perfila un borrador del gobierno central sobre la soledad no deseada, ayuntamientos, como el de Bilbao o Salamanca, y otras organizaciones crean proyectos e iniciativas para ayudar a combatir este problema que se ha acrecentado en los últimos meses.

Desde el ministerio apuntan que el bienestar de las personas que sufren soledad no deseada no es cosa solo de ellos, sino que engloba a todo el conjunto de la sociedad. De esta manera, abogan por "promover la sensibilización social y la transmisión de valores de inclusión y solidaridad al conjunto de la sociedad, y la idea de apoyo mutuo e interdependencia, hoy cuidamos, mañana nos cuidan".

Recomendaciones con las que combatir la soledad

Los cambios sociales y demográficos estiman que la soledad no deseada seguirá en aumento en los próximos años en todas las franjas de edad, especialmente a partir de los 60 años. Por ello, existen ciertas recomendaciones para combatir la soledad.

Dado que en muchos casos llega tras la jubilación, cuando la vida social decrece, se aconseja seguir manteniendo contacto con los compañeros, especialmente con los que más lazos se forjaron y así no perder esas relaciones construidas durante años. Algo parecido ocurre con familiares y amigos, si bien no es necesario hablar cada día, sí que es bueno mantener contacto semanal y así evitar el aislamiento.

Entre otras de las recomendaciones no hace falta hacer grandes reuniones, basta con grupos reducidos y de confianza, más en la situación actual, quedadas que en ocasiones conlleven algo de actividad física, como andar o algún deporte adaptado a sus condiciones. En todo caso, y debido a que aún estamos en pandemia, el uso y aprendizaje de la tecnología es primordial para seguir en contacto con otras personajes por mensajes, llamadas o videollamadas.